Los científicos que iban a bordo del buque de investigación E/V Nautilus se quedaron de una pieza al ver una extraña criatura en las profundidades. El animal parecía una flor con tentáculos que nadaba a la deriva en las aguas profundas del océano. De su tallo de casi dos metros se extendían unos tentáculos de unos 40 centímetros de largo.
El avistamiento tuvo lugar el pasado 7 de julio a 2 9994 metros de profundidad, cerca de un monte submarino inexplorado hasta entonces, al norte del atolón Johnston, un territorio estadounidense no incorporado y un refugio nacional de vida silvestre en el océano Pacífico, al oeste de Hawai.
Lo primero que pensaron los científicos fue que se habían topado con una Solumbellula monocephalus, popularmente conocida como pluma de mar, y que está emparentada con las medusas, los corales y las hidras. Sin embargo, no se atrevieron a calificarla de pluma de mar ya que esta solo se ha visto en los océanos Atlántico e Índico. Es posible que nos encontremos ante una nueva especie.
Steve Auscavitch, investigador principal de la expedición y biólogo de aguas profundas de la Universidad de Boston, describió el avistamiento como «fascinante». «De vez en cuando, nos encontramos con algo que no esperábamos ver, y esas suelen ser las observaciones más impactantes», dijo a Live Science. «Nos acercábamos al final de nuestro crucero y estábamos en el fondo del mar cuando observamos las dos plumas de mar.
La que captamos en vídeo era enorme, posiblemente del mismo tamaño o más grande que el Hércules, nuestro ROV. Cuando vi esta increíble pluma de mar en vídeo, supe exactamente lo que podía ser».
Para asegurase que estaba en lo cierto, Auscavitch pidió la opinión de los biólogos de la costa, quienes confirmaron sus sospechas. Efectivamente se trataba de una pluma de mar, un pariente del coral.
El biólogo supone que teniendo en cuenta su enorme tamaño, el animal podría ser muy viejo, aunque no se aventura a dar una edad concreta. Los corales de mar pueden vivir más de 10 años y alcanzan la madurez a los cinco o seis.
«Antes de esto, nunca se había visto Solumbellula monocephalus en el Pacífico central y nunca se había recogido», dijo Auscavitch.
El descubrimiento se produce curiosamente varios meses después de que unos científicos españoles pusieran nombre a dos nuevos géneros de plumas de mar: Pseudumbellula y Solumbellula, el último de los cuales incluiría a la criatura avistada recientemente. Esos hallazgos se publicaron en febrero en la revista Invertebrate Systematics.