Miles de funcionarios y voluntarios trabajan a diario en Ucrania en la rehabilitación física y emocional a los soldados heridos, mutilados o severamente traumatizados por las explosiones constantes y el impacto de metralla.
Uno de los pilares de esta movilización nacional es el Centro para la Salud Mental y la Rehabilitación de Veteranos Lisova Poliana, que pertenece al Ministerio de Sanidad, está situado a las afueras de Kiev y trata a centenares de militares con heridas o secuelas graves.
“Los casos más comunes son el síndrome posterior a la conmoción cerebral que se produce como consecuencia de las explosiones. También tratamos amputaciones y los daños traumáticos en el sistema nervioso, periférico o central”, dice a Efe Dmytro Khrystych, uno de los fisioterapeutas del centro.
Dima, como le conocen todos, es una pieza clave en este entramado compuesto por un centenar de médicos, terapeutas, psicólogos y profesionales de otras disciplinas al que se suman otros tantos especialistas que ofrecen gratis sus servicios para ayudar a los soldados heridos.
Heridas de metralla
Yurii Nechynskyi es uno de los pacientes de Dima. Nechynskyi vivía en Nueva York con su familia hasta que Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania, cuando este exsoldado profesional decidió regresar a su país para alistarse en el ejército, donde estuvo a cargo de una unidad de 110 hombres.
Fue herido de gravedad en diciembre. “Un proyectil de lanzacohetes Huracán atravesó dos paredes del edificio en el que estábamos y sufrí el impacto de la metralla”, recuerda Yurii mientras se ejercita.
Notiespartano/800Noticias