Ucrania afirmó que Occidente se encamina hacia una «victoria conjunta» después de la retirada de las tropas rusas de Jersón, en el sur del país, tras casi nueve meses de combates. Esta ciudad fue la primera en caer tras la invasión de Ucrania ordenada en febrero por el presidente Vladimir Putin.
«Eran muy pocos los que creían que Ucrania sobreviviría», dijo el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, al reunirse con el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en la cumbre del Sudeste Asiático en Camboya. «Está ocurriendo, y nuestra victoria será nuestra victoria conjunta, una victoria de todas las naciones amantes de la paz en todo el mundo», añadió.
Blinken, por su parte, alabó la «extraordinaria valentía» del ejército y el pueblo ucraniano y prometió que el apoyo de Estados Unidos «continuará durante todo el tiempo que sea necesario» para derrotar a Rusia.
Región bajo control
En la región vecina de Mikolaiv, que los rusos no lograron capturar pese a meses de ataques, el gobernador Vitaliy Kim afirmó que toda la región, salvo Kinburn, en el sur, está bajo control ucraniano.
«Ahora, con (esta ciudad) también abandonada, la gente en Rusia debe preguntarse: ‘¿Para qué sirve todo esto?'», añadió. Sin embargo, el canciller ucraniano Kuleba advirtió que «la guerra continúa» y que Kiev sigue viendo cómo «Rusia moviliza más reclutas y lleva más armas a Ucrania» y pidió que Occidente les siga apoyando.
El ministerio ruso de Defensa informó que fueron retirados más de 30.000 soldados rusos. La recaptura de Jersón sería un golpe político y simbólico al presidente ruso, Vladimir Putin, y abriría una vía a que las fuerzas ucranianas retomen toda la región con acceso al Mar Negro en el oeste y el mar de Azov en el este.
Notiespartano/DW.com