Estas bolitas de pistacho y dátiles pueden servirse tanto un aperitivo como de postre o junto a las bandejas de turrones, polvorones y otros dulces tradicionales. Pero por supuesto, también es un bocado que se puede disfrutar en cualquier época del año, en cualquier ocasión, pues se trata de unas ‘trufas’ muy nutritivas y energéticas. Si os gustan los pistachos, os encantarán estas bolitas, además se podrán hacer variantes con otros frutos secos, con nueces, almendras, avellanas…
Ingredientes (18 unidades)
- 150 gramos de pistachos naturales pelados
- 9 dátiles en rama deshuesados
- 1 y 1/2 c/c de harina de algarroba en polvo
- 3 c/s de zumo de naranja
- 25 gramos de pistachos picados.
Elaboración
Primero ponemos una sartén al fuego y cuando esté caliente ponemos todos los pistachos y las tostamos unos segundos removiendo con una cuchara de madera. Con esto conseguimos potenciar el sabor del fruto seco. Después dejamos enfriar y separamos los 25 gramos de pistachos para el rebozado.
Picar a cuchillo los 25 gramos de pistachos y que nos queden textura de crocanti. Reservamos en un plato hondo.
En un vaso batidor ponemos los 150 gramos de pistachos y los trituramos, después introducimos el resto de ingredientes, (menos los 25 gramos de pistachos picados) y lo trituramos hasta conseguir una masa uniforme y densa. Lo dejamos media hora en la nevera para modelarlos mejor, y luego hacemos las bolitas con las manos humedecidas para que no se nos peguen.
Una vez hechas las bolitas las ponemos sobre el plato con los pistachos picados, las rebozamos y listas para degustar.
En la nevera aguantan más de una semana si se guardan en un tupper con tapa hermética.