La vida política venezolana ha estado marcada por las emociones de sus candidatos ganadores y tres grandes momentos hemos vivido en Venezuela que han demostrado la fuerza telúrica de las figuras que han destacado en el plano electoral nacional.
No podemos dejar de mencionar los liderazgos de Carlos André Pérez que con el seudónimo del “gocho” fue capaz de mover las fibras emocionales de un pueblo que fue capaz de elegirlo como presidente en par de oportunidades de 1974 a 1979 y de 1989 a 1993.
En esas campañas intensas el pueblo se desbordó emocionalmente para llevar al “gocho” a Miraflores en sus hombros, pues la gente lo vio como el salvador que convertiría a Venezuela en un paraíso.
El partido Acción Democrática que para el momento era uno de los partidos más fuertes de Latinoamérica sacó sus banderolas blancas, sus boinas y sus muñecos de Juan Bimba para convencer a los venezolanos que CAP era el hombre para levantar a Venezuela de la crisis que lo agobiaba para el momento.
Llegó de esa manera la nacionalización del petróleo el 1 de enero de 1976 bajo la gestión ministerial de Valentín Hernández en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y con esa decisión nació Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En 1974 el auge petrolero hizo prosperar la economía nacional y este país tomó los caminos del desarrollo de las manos de un presidente empeñado en proyectar a Venezuela en el mundo como una de las naciones con mayor fuerza petrolera.
El pueblo venezolano no se había equivocado al elegir a CAP en dos oportunidades, pero el boom petrolero de1974 desató los demonios de las ambiciones políticas y se perdió ese esfuerzo entre corruptelas y abusos de poder que terminó con el negro capítulo del barco Sierra Nevada que fue un escándalo político cuando el mayo de 1980 el Congreso de la República después de un acalorado debate de varios días decidió una responsabilidad políticas del Presidente Pérez y generó un terremoto político de grandes dimensiones.
Todo se desbordó cuando en la Cámara de Diputado que presidió Carlos Canache Mata en el gobierno de Luis Herrera Campins en 1979 determinó el sobreprecio en la adquisición del buque refrigerado “Sierra Nevada” desencadenó en un escándalo comunicacional de grandes dimensiones para generar un linchamiento político a CAP de la mano de uno de sus enemigos políticos el Ministro Leopoldo Díaz Bruzual.
El 8 de mayo de 1980 el Congreso de la República presidido por David Morales Bello que en el Caso del Sierra Nevada hubo responsabilidad política y no administrativa y moral de CAP y ese fusilamiento copeyano a CAP no limitó su popularidad porque volvió a ganar la presidencia en 1989 y fue marcado como el período donde se agravó la crisis económica y social y venezolana que devino en dos intentos de golpes de Estado en 1992 y uno de ellos liderado por Hugo Chávez donde ocurrió el Caracazo.
Esta crisis económica y social alcanzó su más alto nivel el 21 de mayo de 1993 cuando el Congreso Nacional separó a de su cargo para ser juzgado por el TSJ por peculado.
Después vino la emoción Chávez que con el grito de “Por ahora” y después de un intento de golpe de Estado fue liberado de Yare y salió a hacer campaña como si nada hubiese ocurrido en Venezuela con “El Caracazo” y su liderazgo promovido por los medios de comunicación nacional, menos por el Universal, se convirtió en un festival electoral que lo llevó a la Presidencia de la República para realizar el gobierno más populista del país y con ese estilo de gobernar estuvo en el mando entre 1999 y 2013 cuando muere.
Esa emoción nacional en la figura de Chávez hizo que la gente llorara, le hiciera capillas en sus casas y lo convirtieron en un líder emocional que con la dádiva y el populismo sembró esta revolución por 25 años para dejar un capítulo borrascoso en la historia nacional.
No se había conocido tanta emoción en el país y se recuerda como se vendía la obra “El Oráculo del Guerrero” en las calles de Caracas para promocionar al salvador del país.
Al pasar el tiempo vino la tragedia nacional por la crisis de la moneda y hoy navegamos en un mar de infortunios con una crisis económica y social que nos muestra un país en ruinas, devastado y con serios problemas para su sobrevivencia.
Y como tras cada crisis económica y social nace un nuevo liderazgo apareció de la nada cuando ya los venezolanos no tenían esperanza una lideresa con el nombre de María Corina Machado que retando los linderos del régimen se atreve a soñar junto al pueblo venezolano y se pierde entre las grandes extensiones de la porción del territorio hasta cultivar un liderazgo que ha levantado polvaredas en todo el país y ha dado que hablar en todo el mundo.
La caraqueña se atrevió a retar al presidente Maduro y su legión con las acciones y con la palabra hasta convertirse en una emoción que mantiene viva la esperanza nacional.
Hoy es una realidad su liderazgo que ha abierto la posibilidad electoral de derrotar al régimen en el voto a voto y las encuestas muestran un 80% a favor de su liderazgo que está en las calles del país arengando al pueblo que encontró en la líder social a la nueva figura para liderar cualquier jugada electoral para ascender al poder.
Con su coraje se ganó los galones que el pueblo le otorga y hoy es la figura que impulsas candidatos para suplir su inhabilitación con las figuras de Corina Yoris un momento y ahora con Edmundo González la figura que bajo los esquemas de la PUD ha calado en el espacio nacional como la figura que impulsado por MCM tiene el cariñó del pueblo venezolano.
Con esas tres emociones ha navegado Venezuela en los últimos años de su historia y apunta a un triunfo electoral que las encuestas demuestran en cada uno de sus estudios de campo donde el candidato de la oposición que apoye MCM tiene todas las opciones de llevarse el trofeo presidencial el próximo 28 de julio.
A Venezuela la marca definitivamente el mundo de las emociones en su ruta electoral y eso se visualiza en los tres personajes mencionados Carlos Andrés Pérez, Hugo Chávez y María Corina Machado que son las muestras de cómo los venezolanos eligen sus líderes fundamentados en la emoción como bandera, pues como escribió Pablo Neruda “Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños”.
Encíclica/ManuelAvila