Al menos trece personas murieron desde el sábado pasado en ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo rebelde con vínculos difusos con el Estado Islámico (EI), contra varias localidades del este de la República Democrática del Congo (RDC), confirmó hoy un líder de la sociedad civil.
«Esta mañana seguimos buscando para intentar encontrar más cadáveres», dijo el presidente de la sociedad civil de la localidad de Mamove, Kinos Katuho, en declaraciones recogidas por los medios locales.
Katuho explicó que la cifra de muertos podría seguir creciendo durante los próximos días, a medida que progrese la búsqueda de cadáveres.
Los ataques empezaron el pasado sábado en la localidad de Mangazi-Kasongo y también se registraron incidentes en las vecinas Matadi-Beu y Ngadule, cercanas a Mamove, que pertenecen al territorio de Beni y la provincia de Kivu del Norte, un bastión de las ADF.
El último incidente se registró esta mañana en Ngadule, donde los insurgentes mataron al «jefe de esa localidad», señaló el jefe de Mamove, Charles Endukadi.
Las ADF son un grupo rebelde de origen ugandés, pero en la actualidad tienen sus bases en las provincias congoleñas de Kivu del Norte y la vecina Ituri.
Sus objetivos son difusos más allá de una posible vinculación con el EI, que en ocasiones se responsabiliza de sus ataques.
«Organizaciones terroristas»
Aunque los expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no hallaron pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos las identifica desde marzo de 2021 como «una organización terrorista» afiliada al grupo yihadista.
Las autoridades ugandesas también acusan al grupo de organizar ataques dentro de su territorio y en noviembre de 2021 los Ejércitos de Uganda y la RDC empezaron una operación militar conjunta aún en curso para terminar con estos rebeldes.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en el país (Monusco).
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, siglas en inglés), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de un centenar de grupos rebeldes.
Notiespartano/EFE