Durante un webinar sobre las actuales crisis que atraviesan los venezolanos impulsado por la organización Transparencia Venezuela, la directora de Cáritas de Venezuela, Janeth Márquez, afirmó que el país mantiene graves cifras de desnutrición, falta de medicamentos y alimentos.
«En 2022 se comenzó a decir que Venezuela se acomodó, pero en 2023 volvemos a ver que hay desnutrición aguda y crónica», manifestó.
En ese sentido, explicó que en 2017 los venezolanos vivieron una crisis muy dolorosa en donde más de 80 % de las familias tenían un deterioro con os niños y adultos mayores, la cual empeoró con la llegada de la pandemia.
Por su parte, la Susana Raffalli, especialista en Seguridad Alimentaria y Protección Humanitaria, manifestó que hay al menos 4,8 millones en situación de inseguridad alimentaria y reveló que la desnutrición tiene niveles de entre 9 y 12 % en la población venezolana.
«La crisis de emergencia humanitaria se expresa en 440 mil niños con desnutrición aguda que si no se atienden están en riesgo de morir y 600 mil más que padecen desnutrición crónica», detalló Raffalli.
En ese sentido, Raffalli calificó de «gravísimo» el hecho de que se redujera el financiamiento de la asistencia humanitaria a 14 %, lo que significa que de 9 millones de personas que estaban siendo atendidas solo podrán atender a 600 mil personas.
«Eso no lo vamos a poder cubrir ni con la sociedad civil, porque no tenemos el músculo para llegar a tanta gente», dijo.
Ayuda humanitaria
El médico internista e infectólogo, experto en datos de la situación sanitaria y humanitaria en Venezuela, Julio Castro, se refirió a la ayuda humanitaria y explicó que este mecanismo está diseñado para que una persona no fallezca porque le falta un medicamento y no como mecanismo de desarrollo de un país ya que no cuenta con la infraestructura necesaria.
«las cifras de fallecidos por cortes eléctricos se redujeron, porque después del apagón los hospitales adquirieron plantas eléctricas, pero no se ha resuelto el problema del sistema eléctrico», manifestó.
En ese sentido, explicó que Venezuela venía de una situación que estaba escalando desde 2012 a 2018 y que la pandemia generó incentivos en los organismos internacionales de mejorar los insumos hospitalarios .
Sin capacidad de respuesta
Por su parte, el presidente de la organización Acción Solidaria, Feliciano Reyna, afirmó que el Estado no tiene la suficiente capacidad para responder en momentos de «tantísima urgencia» a las personas y aseguró que el objetivo es visibilizar los datos y el tamaño de las carencias para que puedan ser tomadas en cuenta.
«Si comparamos con Siria, Afganistán o Ucrania, estamos muy lejos de los planes de respuesta humanitaria de los tres primeros países. Pero la solicitud de respuesta para los hermanos también ha disminuido», dijo Feliciano Reyna.
Ante esto, dijo que el chavismo no tiene ningún sentido de compromiso con las personas en el país y por eso desde su organización constantemente piden interlocución para movilizar los recursos que se necesitan dentro de Venezuela.
«Este año, en la conferencia de solidaridad con personas migrantes, se presentaron ofrecimientos de 800 millones de dólares para atender y apenas hemos llegado al 10% de lo ofrecido. Aun así, el problema más grave está dentro del país», explicó.
Notiespartano/800Noticias