Los valores del karate estaban de manifiesto en cada uno de los participantes, de distintas edades, que se reunieron durante tres días en el III Training Camp para aprender de las técnicas y las experiencias de cuatro grandes de ese deporte en el ámbito mundial: los españoles Iván Leal y Damián Quintero, el brasileño Douglas Brose y el venezolano Antonio Díaz.
El tatami colocado en el Gimnasio Ciudad de La Asunción (Guaiqueríes Arena), se cubrió con el blanco de los karategui, salpicado con el color de las cintas que lucían los atletas atentos a las indicaciones de los campeones mundiales: los movimientos para la mejor ejecución de un kata o como marcar puntos visibles para los jueces en un combate.
La avidez de conocimientos y el respeto por el deporte se vivieron durante esos días y así lo expresa el presidente del Iasdebne, Janh Yánez quien manifiesta el orgullo que sintió al presenciar un entrenamiento de ese nivel. “No es solo un evento deportivo sino el tipo de actividades enmarcadas en el turismo deportivo que desde la Gobernación de Nueva Esparta que dirige el profesor Morel Rodríguez estamos dispuestos a seguir apoyando”.
Yánez expresó que desde la institución que preside estará siempre presto a respaldar estas iniciativas que realzan el deporte en la entidad. “Agradecemos al sensei Eduardo Riveros, presidente de la Asociación de Karate por organizar eventos de este nivel, que permiten reunir a unos 400 atletas de distintas edades en el estado”.
El karate una apuesta segura
Iván Leal lleva tres años viniendo a la isla de Margarita para el Training Camp. En su palmarés exhibe seis campeonatos del mundo y nueve de Europa, entre otros. Actualmente es seleccionador y entrenador de España en kumite.
“Es un placer cada año repetir por el trato que tiene la gente con nosotros. Le comentaba a Damian (Quintero) ya verás cómo te van a cuidar, cómo te hacen sentir, te van a mimar con detalle tras detalle fuera del tatami, dentro del tatami los muchachos son súper disciplinados. Cada vez que decimos algún tipo de información despliegan las orejas, con una sonrisa en la cara y con mucha disposición”.
Alaba el nivel del karate venezolano al conocer a muchos de los atletas con quienes ha entrenado o hace seguimiento en este mundo globalizado sin muchas diferencias. “Lo complejo para Venezuela y otros países de Latinoamérica es el desplazamiento para competir y promoverse un poco. Para gestionar su crecimiento dentro del tatami tienen que hacer un esfuerzo económico grande y eso es bastante complejo”.
Le ha tocado compartir tatami con Yorgelis Salazar, número uno del mundo. “Es un lujo, lleva tres años a la cabeza del top mundial”.
Damián Quintero, campeón mundial de kata y medallista olímpico en Tokio 2020, refiere que es muy difícil enseñar todo en pocos días, pero hay una buena base. “Tenemos una carrera deportiva larga de unos 20 años y lo que hacemos es trasladar las actitudes en el tatami y las experiencias para que lo puedan aplicar en sus competiciones o en la vida misma. Al final el karate es una filosofía de vida y queremos transmitir esos valores, sobre todo el respeto y la humildad”.
Vivir la experiencia olímpica tiene un gran significado para Quintero, pero el karate debutó en Japón y salió del programa olímpico. Su regreso solo es posible si algún país sede solicita su inclusión. Explica que es complicado el regreso. Varias generaciones esperaron el momento de cumplir ese sueño y para las siguientes también será igual.
“Es un paso gigante hacia atrás en cuanto a los apoyos gubernamentales, a la exigencia de los entrenamientos y la motivación del deportista. Como persona que ha participado en unos Juegos Olímpicos esas generaciones que van detrás de mí que lo han visto de cerca y que no podrán vivir ese sueño de llegar a las olimpiadas al final se desmotivan”.
El potencial y la continuidad
Antonio Díaz es uno de los referentes del karate venezolano. Campeón mundial de kata disfruta su transición de la competencia, ahora retirado, a la enseñanza. Considera que el Training Camp es una oportunidad maravillosa que tienen los karatecas venezolanos de aprender de instructores de alto nivel sin tener que viajar fuera del país. “Sumarme como instructor es una alegría muy grande pero también ver esta cantidad de karatecas es un orgullo, que los maestros que nos visitan puedan ver el nivel y la convocatoria del karate venezolano”.
Para Díaz tenemos un buen nivel en el área sudamericana y panamericana, con un gran semillero para obtener atletas de nivel con prospectos que necesitan más fogueo para dar el salto a escala mundial. “Una atleta número uno como Yorgelis Salazar, es un ejemplo de contar con el apoyo y de aprovechar las oportunidades. Hay muchos casos en el país con un gran potencial que con un poco de patrocinio y apoyo económico para competir en Europa pueden darle continuidad a su carrera deportiva”.
Leal, Quintero y Díaz coinciden en sus recomendaciones para los que comienzan en este deporte: Disfrutar cuando entran al tatami, más que pensar en ganar una medalla. Divertirse y aprender al máximo para mantener ese espíritu ameno. “Si cuando salen lo hacen felices con una sonrisa en la cara van a repetir, porque uno tiende a repetir porque lo hace sentir bien”.
Leal recomienda a los padres que sigan apoyando a sus hijos en torno al deporte y “si es el karate fenomenal, pero si es cualquier otro es bueno porque van a enriquecer a sus hijos. El deporte siempre trae cosas buenas y una apuesta por el deporte es una apuesta segura”.
Quintero hace énfasis en que los chicos elijan lo que quieran hacer y sus padres apoyen el proceso. Díaz agrega que deben guiarlos sin presiones “cada vez vemos a más niños pequeños comenzando disciplinas deportivas, creo que son edades para desarrollar valores físicos, que se diviertan a través del juego”.
Respeto por el oponente, disciplina y constancia son esos valores que transmite la práctica del karate y que ayudan en la vida diaria.
Notiespartano