Eso se veía venir porque todo el mundo conocía la procedencia del candidato. A nadie le extraña que un chavista de corazón devenido en Morelista de mentira haya saltado la talanquera para mostrar a pecho pelado su vinculación al chavismo de los nuevos tiempos.
Desde el primer día sabía que el elemento de marras usaría su garrocha de oro para llegar a la otra orilla de un solo salto. Por alguna razón me negué siempre a sentarme con el traidor porque le vi de lejos el rictus del desleal que era una guabina en el cardumen.
Así lo vi yo desde aquella mañana de un sábado que una comisión del Comando de Morel salió a Santa Ana a una primera conversación. Era el primer careo del candidato disfrazado con una comisión de alto nivel que buscaba sacar a Gómez de los fracasos políticos de los últimos tiempos.
En aquella ocasión el tipo se mostró como una reencarnación de los héroes de Matasiete y con la humildad exhibida como un trofeo de guerra.
Lanzó cohetes a la revolución y se puso el traje de antichavista con todos los honores porque según él había vivido en las entrañas de la bestia y conocía de su fortalezas y debilidades.
También mostró el rostro de la anti política con odios ancestrales contra los partidos de la tradición política venezolana y por supuesto sacó la careta del independiente anti partido que solo buscaba la redención de su pueblo.
Cuando llegó la comisión de alto nivel ni pregunté por los resultados porque ya sabía de las técnicas del camuflaje y del disfraz que venía del Seniat y de los aeropuertos como ficha roja en la administración de esos espacios públicos. Algo me decía que cualquier otro candidato era mejor que tanta mentira disfrazada de mega gerente y de una especie de Superman de la buena voluntad. En ese cónclave de Santa Ana el engaño y la estafa se llevó por el medio a críticos y analistas.
Se habían equivocado con la peor figura de los candidatos que se asomaron en el Municipio Gómez. Desde Juan Lárez hasta Francisco José Mata y Aquielis Rojas la candidata del chavismo cualquiera de ellos con sentimiento gomense en sus venas era mejor candidato que el farsante de la política. Pero como todo el mundo sabe mucho de política me aparté del grupo seleccionador porque ya mi instinto me decía que no era el hombre indicado para rescatar a Gómez.
Un municipio tan maltratado en el tiempo no merecía que se le engañara de nuevo con una especie de macho cabrío disfrazado de independiente y con un pie en la otra acera en una especie de camuflaje con el cuello rojo escondido tras la casaca roja.
Era evidente que el candidato seudo independiente estaba contaminado de revolución porque su carrera como funcionario público la hizo tras las faldas del jeque del Seniat en Venezuela y por eso su acercamiento de inmediato al Señor Vielma Mora porque vienen del mismo corral.
El tiempo me dio la razón cuando el sábado 20 de agosto en la elección de los jefes de calle el recién electo alcalde atendiendo el llamado del clarín de la revolución dio un paso al frente para unirse a su jefe del Seniat para declararse ante el pueblo de Gómez como figura del chavismo.
Nada extraño ha ocurrido cuando el alcalde se pone su traje rojo. Solo la traición al pueblo de Gómez que voto por el candidato del Morelismo que ungido con una camisa de Fuerza Vecinal se mostró como una figura de la oposición margariteña.
Solo 8 meses fueron suficiente para arrancar la máscara al disfraz de opositor y mostrar al pueblo de Gómez que la traición se cocinó a fuego lento. Solo los idiotas creyeron que esta figura del chavismo podía regenerarse y sacarse del alma su condición de revolucionario.
Claro aquella mañana en la conversación el hombre se mostró contrario al desastre del Gobierno Nacional y auto inmune al desastre de los partidos políticos tradicionales. Se erigió como una especie de redentor de los más necesitados y la figura que encajaba en el bombardeado pueblo gomense.
Alguien debía sacar la casta para recuperar Gómez y las fotos con Morel en el comando de Porlamar y con la dirigencia de Fuerza Vecinal no fueron montajes sino una simulación casi perfecta de quién engaño a los gomenses y a su propia gente.
Vuelve a equivocarse la gente de Gómez al elegir a un alcalde que engañó a su propia gente al presentarse ayer al acto con Vielma Mora como la nueva figura del proceso en ese municipio.
No pudieron pararlo ni los adecos que estuvieron con él orientándolo en su estrategia política y que hoy nada tienen que decir por su aporte al triunfo en Gómez.
En ese comando de campaña estuvieron algunos sabios de la oposición que no pegan una porque perdieron Gómez y Marcano por su escasa visión política.
Una traición anunciada que nada extraño le dijo a Nueva Esparta porque las pataletas del alcalde ya eran rutina en cada proceso.
Eso ocurrió en el Comando de Morel cuando se cuadraban las candidaturas, también se repitió aquella noche que la gente de Fuerza Vecinal comandados por Omar Veracierto fueron a inscribir al candidato equivocado y tuvieron que batallar con la confusión de un chavista disfrazado de opositor y la última pataleta del Alcalde fue en Santa Ana y el alcalde quiso abrogarse un acto que es de la Gobernación hace mucho rato.
Ahí tuvo el Gobernador Encargado Vaché Rodríguez que hacer magia para que entrara en razón el chavista de marras.
Con esa torpeza política se traiciona a un pueblo gomense que jugó a una carta ganadora y terminó vilmente engañado por quién en menos de 8 meses tomó el rumbo equivocado.
Encíclica/ManuelAvila