El cantautor italiano Toto Cutugno, fallecido el pasado martes a los 80 años de edad, fue hoy despedido con un funeral en una iglesia de Milán (norte) ante cientos de personas que entonaron algunas de sus canciones más conocidas, como «L’Italiano», en señal de homenaje.
Las exequias tuvieron lugar en la parroquia de los Santos Nereo y Aquileo de Milán, ante la presencia de su esposa Carla, de su hijo Nicola, y de sus nietos y otros familiares.
También asistieron reconocidos músicos como Gianni Morandi y Pupo, con quienes tantas veladas compartió en los años Ochenta en el Festival de Sanremo y otros eventos.
A la salida del féretro, numerosos amigos y seguidores de este discreto músico entonaron algunos de sus temas más aplaudidos, como «Quanti cuori» o «L’Italiano», uno de sus temas más conocidos en el extranjero.
Morandi le recordó como un «cantautor» y Pupo aseguró que, entre todas las canciones con las que marcó una generación, le «habría robado» la canción «Gli amori», banda sonora de la película «Non ti muovere» (2004), protagonizada por Penélope Cruz.
Cutugno falleció el martes en el hospital San Raffaele de Milán (norte) tras agravarse una enfermedad que padecía desde hacía tiempo.
El artista fue el autor de uno de los himnos musicales más queridos y representativos de Italia en el mundo, «L’italiano», presentada en la edición de 1983 del Festival de Sanremo, por el que pasó hasta en quince ocasiones.
Después, con su canción «Insieme: 1992» se convirtió en el segundo ganador italiano del Festival de Eurovisión en 1990, una gesta que no se veía desde 1964 con la participación de Gigliola Cinquetti y que no se repetiría hasta el 2021 con el grupo romano Maneskin.
Salvatore Cutugno nació en la localidad toscana de Fosdinovo el 7 de julio de 1943, en plena II Guerra Mundial, aunque pronto su familia se traslada a la región de Liguria (noroeste).
Desde muy pequeño demostró aptitudes para la música y, animado por su propia familia, en los años sesenta empezó a tocar la batería en el grupo «Toto e i Tati» para después formar la banda «Albatros», en la que también cantaba.
A finales de los años setenta comenzó su carrera en solitario, conquistando al público con álbumes como «Voglio l’anima» (1979), «La mia musica» (1981) y «L’Italiano» (1983).
En este último disco incluyó el tema homónimo convertido en himno en medio mundo y en el que pedía «Lasciatemi cantare, con la chitarra in mano» (dejadme cantar guitarra en mano).
Con más de cien millones de discos vendidos, es uno de los músicos italianos más relevantes a nivel internacional, aunque también escribió letras para otros grandes de la «canzone» italiana como Adriano Celentano, entre otros.