Querida amiga que practicas todos los días el “skincare”, ahora mismo puedo visualizar todos, o casi todos, los productos que tienes en tu cuarto de baño. Protector solar, sérum con vitamina C, crema hidratante (el mejor aliado para tener una perfecta), mascarilla facial y como no, el agua micelar. ¿Me equivoco? Seguramente me faltará alguno, pero los que te he nombrado seguro que están.
Podríamos hablar del protector solar, del sérum o incluso la crema hidratante, pero como son productos de los que leemos, vemos y escuchamos cosas todos los días, nos vamos a centrar en otro producto que, no es tan famoso, pero sin embargo resulta fundamental en toda la rutina de belleza, nada más y nada menos que el agua micelar.
El agua micelar es un producto que se incluye en toda rutina de limpieza facial, que esta formulado a base de micelas, moléculas capaces de atraer la suciedad y el sebo del rostro, aislándola y transportándola a través del agua para eliminarla de la piel.
¿Cuáles son las zonas adecuadas para aplicárselo y como debe hacerse? El agua micelar es un producto, pensado exclusivamente para limpiar el rostro, sea cual sea la zona, desde los pómulos hasta los ojos. Además de servir para realizar la limpieza facial, también se puede usar como desmaquillante habitual.
Para aplicarlo, lo recomendable es usar discos de algodón y aplicarlo sobre el rostro realizando movimientos circulares, repitiendo el movimiento todas las veces que consideremos necesarios. Gracias a estos movimientos se eliminan los restos de maquillaje (en caso de llevarlo) y se eliminan las impurezas y suciedad recogida a lo largo del día.
«El agua micelar esconde numerosos beneficios que aportan hidratación y brillo a nuestra piel»
Entre sus múltiples beneficios se encuentran su capacidad para cumplir con diferentes funciones a la vez, vamos un producto todoterreno que consigue tonificar, hidratar y desmaquillar la piel.
Otros usos en la cosmética
Además de para limpiar la piel, el agua micelar también resulta de agradable interés para otro tipo de usos como el cabello. De hecho, cada vez son más los productos para el pelo que incorporar las micelas como uno de sus ingredientes habituales. Entre los beneficios que aporta al cabello, se encuentran la sensación de limpieza en profundidad y el conseguir un cabello sedoso, brillante y revitalizado.