El pesto es una salsa de origen italiano, tradicionalmente hecha con piñones, que vamos a reinventar usando avellanas. Además le vamos a dar un toque fresco con el apio. Una receta sencilla y rápida para un plato de pasta perfecto.
- 20 hojas de Albahaca
- 1 diente de Ajo
- 40 g de Avellanas sin sal
- 40 g de Queso parmesano
- 80 ml de Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- 320 g de Tallarines
- 2 ramas de Apio
- 1 unidad de Cebolla
- 1 unidad de Limón
- 20 ud de Avellanas
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva virgen extra
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1.
Ponemos todos los ingredientes para hacer el pesto en un vaso de batidora y trituramos hasta obtener una pasta homogénea. Reservamos.
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2.
Cocemos los tallarines en abundante agua hirviendo con un puñado de sal durante 7 minutos o lo que recomiendo el fabricante.
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3.
Cortamos la cebolla y el apio en brunoise, es decir, en pequeños dados. Reservamos.
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4.
En una sartén ponemos un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadimos la cebolla y el apio.
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5.
Añadimos una pizca de sal y pochamos unos 5 minutos o hasta que la cebolla se vuelva transparente.
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6.
Rallamos la piel del limón. Reservamos.
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7.
Escurrimos la pasta y guardamos un poco del caldo de cocción para trabar nuestra salsa.
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8.
Cuando nuestro sofrito esté listo, añadimos la pasta y salteamos todo junto un par de minutos.
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9.
Incorporamos el pesto y la ralladura del limón.
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10.
Para darle un poco más de cuerpo, añadimos un poco de agua de cocción y removemos para que toda la salsa se nos pegue a la pasta.
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11.
Rectificamos la sazón y añadimos un poco de pimienta negra recién molida.
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12.
Añadimos las avellanas picadas y removemos todo junto para unificarlo.