La exposición solar del cuero cabelludo tiene aspectos positivos, como el aumento de la temperatura local, lo que incrementa su actividad metabólica y favorece el crecimiento más rápido del pelo. «Por otro lado, favorece la síntesis de vitamina D, que es necesaria para mantener un pelo sano», asegura Patricia Abajo Blanco, dermatóloga del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria.
No obstante, cuando la exposición es excesiva, esta provoca daños en el pelo, de tal manera que puede quemarlo, cambiar su textura, hacerlo más frágil, deshidratarlo y lograr que pierda color, entre otros. «La exposición a la radiación ultravioleta favorece el estrés oxidativo y, por lo tanto, el envejecimiento prematuro del pelo», afirma Abajo. La experta detalla que también se asocia con una decoloración química suave que hace el pelo más seco y menos luminoso. «Este daño se verá acentuado si nos exponemos además a sustancias como el cloro, las sal y la arena que hacen el pelo más frágil y quebradizo», añade.
No obstante, este deterioro se podría combatir con algunos tratamientos. Por ejemplo, “se podría recobrar la suavidad y vitalidad del pelo con tratamientos intensivos de queratina vegetal, que contienen aminoácidos que reparan la queratina natural en las partes del cabello donde éstas están dañadas”, explica Patricia Martínez Rodes, farmacéutica de la Farmacia Ocarasa, en Orihuela (Alicante).
La experta también menciona los tratamientos de hidratación y nutrición, que aportan al cabello la rehidratación lipídica que necesita para verse suave, brillante y con luz. “Al aportar activos nutritivos ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, el pelo recupera su aspecto natural, sano y elástico”.
En este sentido, Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral, explica que «las microinfiltraciones con vitaminas y minerales en el cuero cabelludo conseguirán que la recuperación sea más rápida al nutrir el cabello desde la raíz y estimular la microcirculación sanguínea«. Además, el dermatólogo agrega que, «en caso de ser necesario, también se puede sanear el cabello con un ligero corte de las puntas, zonas que suelen dañarse con más facilidad».
Sin embargo, para no llegar a este punto, Martínez da una serie de consejos para cuidar el pelo en verano y que no se estropee.
Cubrir la cabeza con un sombrero
Al igual que en la piel, la mejor prevención es tapar la zona con una barrera física para evitar que el sol incida sobre la persona. En este caso, Martínez recomienda cubrirse la cabeza con un sombrero o un pañuelo. “Es especialmente importante en el caso de niños o personas con alopecia”.
Hidratar el pelo
Un segundo consejo es hidratar el pelo. Si está hidratado, puede afrontar con más fuerza las agresiones externas a las que se va a ver sometido en verano. Martínez sugiere emplear mascarillas que nutran el cabello o reparen la queratina.
También apuesta por champús con ingredientes suaves y naturales, sin sulfatos que debilitan la capa de agua. “Es una manera de no agredir la defensa natural del cabello”.
“El champú, si es suave, se puede usar a diario y, si es de tratamiento, una o dos veces por semana. La mascarilla se emplearía una o dos veces por semana”.
Utilizar un protector solar para el pelo
“Otra manera de ayudar al cabello es protegerlo del sol con protectores solares para el pelo”, señala Martínez. Estos cosméticos suelen estar formulados en spray o en aceites y tienen un elevado poder de hidratación y penetración.
Secarlo y evitar peinados tirantes
La farmacéutica recuerda que no conviene hacerse peinados demasiado tirantes cuando está mojado, ni tenerlo demasiado tiempo húmedo.
Ducharse antes y después de meterse en la piscina o el mar
Otro buen hábito en verano es mojarse el pelo en la ducha antes de entrar en la piscina o en el mar. “Como el pelo es poroso y absorbe agua, si ya está mojado antes de entrar en contacto con la sal o el cloro, su poder de penetración es menor. Esto favorece un menor contacto con agentes irritantes.
Del mismo modo, “es recomendable que al salir de la piscina o el mar enjuaguemos el cabello con agua para retirar los restos de sal o de cloro”.
Proteger el pelo de altas temperaturas
Martínez añade que “habría que proteger el cabello cuando vamos a someterlo al calor de secadores o planchas del pelo. Hoy en día los productos han evolucionado mucho y podemos encontrar fórmulas que van a sellar el cabello para que no sufra”.