El hígado graso no alcohólico es una enfermedad que se produce cuando se acumula grasa en el hígado a consecuencia de una alimentación poco saludable y de la falta de actividad física, y cuya frecuencia está aumentando en España. Si las personas con esta enfermedad no reciben un tratamiento adecuado puede progresar y provocar complicaciones graves, como la inflamación del hígado o esteatosis, o la fibrosis hepática, que pueden tener un impacto significativo en la salud.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores españoles ha encontrado una conexión entre la dieta mediterránea, el microbioma intestinal y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. En concreto, los resultados han revelado cambios significativos en el microbioma intestinal en aquellos participantes que experimentaron mejoras más marcadas en los marcadores del hígado graso no alcohólico. Específicamente, los participantes con menor sospecha de afectación hepática tenían una mayor cantidad de ciertas bacterias beneficiosas, en comparación con aquellos con mayor grado de daño hepático.
Además, se encontraron otro tipo de cambios en la microbiota intestinal asociados con cambios en los marcadores bioquímicos. Por ejemplo, aquellos participantes que experimentaron una mejora significativa de índices bioquímicos relacionados con la salud metabólica del hígado y una mejor respuesta a la dieta mediterránea mostraron una reducción de bacterias relacionadas con procesos inflamatorios y un aumento de bacterias involucradas en la producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales tienen múltiples beneficios, entre los que destacan mantener la salud intestinal y reducir el riesgo de enfermedades.
Dieta mediterránea para prevenir y tratar el hígado graso
La investigación ha sido llevada a cabo por varios equipos del estudio PREDIMED-Plus sobre dieta Mediterránea y del Centro de Investigación Biomédica en Red CIBER para comprender mejor la relación entre la dieta mediterránea, el microbioma intestinal y la enfermedad de hígado graso no alcohólico. El estudio, liderado por el grupo de IBIMA Plataforma BIONAND obesidad, diabetes y sus comorbilidades: prevención y tratamiento e integrante del área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del CIBER (CIBEROBN) ha sido coordinado por Francisco Tinahones, director de la Unidad Clínica de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria y director científico de IBIMA e Isabel Moreno Indias.
En este trabajo, un subestudio de PREDIMED-Plus donde participa también su coordinador Jordi Salas Salvadó, investigador del CIBEROBN en el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y catedrático de la Universitat Rovira i Virgili, se ha evaluado a 297 participantes de los nodos de Málaga y Reus que se agruparon en tres grupos en función de cómo cambiaron los marcadores bioquímicos relacionados con el hígado graso no alcohólico durante un año de intervención con dieta mediterránea.
Los hallazgos se han publicado en Gut microbes y han vuelto a poner de manifiesto la gran relevancia que tiene llevar un estilo de vida saludable y, en particular, del potencial beneficioso que tiene para nuestra salud el hecho de seguir una dieta mediterránea equilibrada. En este caso, nos ayudará a prevenir el hígado graso no alcohólico y una gran variedad de enfermedades y problemas de salud asociados.
“Cada vez hay más evidencias que sitúan a la microbiota intestinal como un factor clave para la salud metabólica y más en relación con la dieta, por lo que estos estudios son muy necesarios”, ha declarado la Dra. Isabel Moreno Indias. A su vez, las Dras. Ana María Gómez Pérez y Patricia Ruiz Limón, primeras firmantes del artículo, subrayan “la importancia de aumentar la adherencia a la dieta mediterránea como un elemento clave en la lucha contra las enfermedades relacionadas con la obesidad”.