Venezuela revalúa el potencial del sector pesquero, la cual en los últimos cinco años le ha aportado casi EU$500 millones debido al uso de su extensa fachada caribeña e incontables recursos del océano.
Después de años contracción económica y desafíos multifactoriales, el sector acuícola y pesquero muestra signos de recuperación gradual. Sin embargo, enfrentan barreras significativas, las cuales determinarán si tal resurgimiento se puede consolidar a mediano y largo plazo.
Tanto el Gobierno como el sector privado y los organismos internacionales se muestran cautelosos con un sector que sería clave para diversificar más allá del crudo.
Aunque las cifras oficiales son escasas o no están actualizadas, las estadísticas de fuentes externas ofrecen datos que precisan un crecimiento sostenido en años recientes.

De acuerdo con Banca y Negocios, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala que las exportaciones venezolanas de productos del mar se expandieron un 58% entre 2019 y 2024. Pese a que presentaron una ligera caída el año pasado, aportaron casi USD 500 millones.
Entre los principales productos que Venezuela exporta están la sardina, camarón blanco, tahalí o pez espada, pulpo, bagre rayado y medusas tipo Bola de Cañón. Esta última especie se ha exportado recientemente a destinos de Asia, como Corea del Sur y China, un punto clave en la diversificación.
En febrero pasado, se instaló el Comité Nacional de Exportaciones del sector pesquero para coordinar acciones entre empresas y entes públicos. Esto, con el objetivo de simplificar trámites y facilitar el acceso a nuevos mercados.


