La rosácea es una afección que provoca que la piel del rostro se torne rojiza e incluso, frecuentemente, pueden aparecer pequeñas protuberancias llenas de pus.
Esta es una condición que no discrimina edad ni sexo, aunque suele ser más común en las mujeres de mediana edad con pieles claras.
Es importante señalar que, aunque puede ser confundida con el acné, no tiene nada que ver con ello, por lo que es necesario tener cuidado para poder emplear el tratamiento adecuado.
Es un trastorno cutáneo persistente que causa enrojecimiento, granitos y vasos sanguíneos perceptibles, generalmente en la cara.
Estudios en la materia señalan que no existe una causa específica, sin embargo, se debe hacer todo lo posible por conocer la historia clínica de la persona para así poder ir descartando los detonantes.
En conclusión, esta es una dermatitis inflamatoria crónica, de etiología desconocida que se caracteriza por episodios de eritema, pápulas, pústulas y edemas en la piel de la cara.
¿Se puede tratar?
Si tienes esta condición, acude lo más pronto posible con un dermatólogo para que te revise y pueda recetar el tratamiento acorde a la situación.
En líneas generales, esta afección se puede tratar con antibióticos o incluso, según sea el caso, con medicamentos antiacné, los pueden controlar y reducir los síntomas.
Aunque no te incomode, debes tener presente que lo mejor es que sea tratado lo más pronto posible porque puede empeorar de un momento a otro, sobre todo, a causa del calor, la exposición al sol o los cambios bruscos de temperatura.
Recomendaciones
– Evitar el uso de jabones con perfumes, por ejemplo. Opta siempre por los de pH neutro; o en su lugar, adquiere aguas micelares que limpian sin irritar la piel.
– No usar cepillos y esponjas en el proceso de limpieza facial.
– Utilizar cremas hidratantes sin fragancias y que no sean agresivas.
– Olvidarse de todos aquellos productos que contengan alcohol, menta o mentol, entre sus componentes.
– Usar siempre agua fría, jamás agua caliente porque empeorarías el enrojecimiento de la piel.
– Incluir el protector solar de factor 50 en la rutina de belleza.
– Buscar cremas para la piel que contengan vitamina E y los ácidos grasos omega 3 y omega 6, pues contribuyen a la cicatrización y regeneración cutánea.
– Jamás te realices peelings de tipo físico, son perjudiciales para las pieles con esta condición.
– Preparar una infusión de manzanilla, dejar enfriar y cuando esté lista humedecer una gasa y cubrir la cara con ella, ésta alivia las molestias de la piel.
– El té verde es otro aliado para calmar la rosácea. Prepara un emplasto con él y aplícalo en la zona afectada. Puedes meter antes la infusión en la nevera para que el emplasto esté más fresquito.