Los saqueos y la anarquía reinan en Gaza, denunció este jueves el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos, Jamie McGoldrick, debido a que las fuerzas de seguridad encargadas de garantizar la llegada de ayuda al sur y, sobre todo, al norte del enclave palestino suelen ser blanco de fuego israelí.
McGoldrick, que acaba de visitar la Franja, adonde volverá la próxima semana, subrayó que el Ejército israelí ataca a los agentes de policía, que deberían proteger las caravanas humanitarias.
«Y eso es lo que estamos tratando de hacer ahora mismo, conseguir garantías de que (los policías) puedan trabajar sin ser blanco de ataques (israelíes)», apuntó.
«Dadas las condiciones que hay allí (…) no ha habido ningún suministro significativo de alimentos hacia el norte de Gaza durante dos o tres meses» dijo McGoldrick, que adelantó en un rueda de prensa estar estudiando con las autoridades israelíes la posibilidad de utilizar un paso militar para atender a unas 300.000 personas allí.
El coordinador humanitario explicó que los camiones son también «asaltados» por grupos organizados, primero, en la zona de seguridad que hay entre el paso israelí de Kerem Shalom y la puerta que accede directamente a las calles de Rafah, donde la carga humanitaria se descarga y se carga en nuevos camiones.
Una vez que el convoy entra en las calles de Rafah, estos grupos intentan de nuevo bloquearlo para robar todos los productos. Según McGoldrick, entre los asaltantes hay también gente desesperada por la situación de Rafah, donde se agolpan 1,4 millones de personas en «condiciones extremas».
«La mayoría de la gente vive en tiendas miserables, sin agua potable, sin acceso a la sanidad, sin acceso a lo que normalmente se considera un (mínimo) nivel de vida, con graves problemas de inseguridad alimentaria y verdaderos problemas», detalló.
«El hacinamiento está causando graves problemas de salud. Hemos visto el brote de hepatitis C, que es un claro indicio de hacinamiento y condiciones insalubres. El propio sistema sanitario está sufriendo graves ataques», dijo, y recordó que los principales hospitales están fuera de servicio o trabajan en condiciones precarias tras ser atacados por el Ejército israelí.
Sensación de desesperación
Para el coordinador «hay una extrema sensación de desesperación allí, la gente está sin comida, sin la posibilidad de vivir bien y con facilidades. Y cuando ven pasar un camión dicen ‘bueno, quizá no venga otro pronto'».
Estos asaltos hacen más difícil que los camiones puedan llegar a Gaza, porque solo hay una ruta y los asaltantes se comunican por redes sociales.
«Si tenemos suerte y conseguimos que parte del material llegue a los almacenes es estupendo porque luego podemos ir a otros sitios», agregó el coordinador, que insistió en que están estudiando la manera de mejorar esta situación.
Considera el responsable de la ONU que una de las soluciones es «alcanzar un compromiso con las comunidades» para evitar los asaltos, y la otra, «inundar la zona con suministros de alimentos y devaluar y desmonetizar los productos» para frenar un lucrativo mercado negro.
Notiespartano/EFE