Rusia ha decidido movilizar de manera soterrada todos sus recursos para reclutar el suficiente número de combatientes que le permitan afrontar la inminente contraofensiva ucraniana sin provocar una nueva fuga masiva de hombres en edad militar.
El objetivo es reclutar 415.000 soldados, de los que una cuarta parte (115.000) serían enviados directamente al frente y el resto entrarían en la reserva, según datos de la inteligencia estadounidense.
Todos los indicios apuntan a que el Ejército ruso apuesta ahora por asegurarse el control de los territorios ya ocupados en Ucrania, más que por incrementar sus ganancias territoriales, con la excepción de un par de sectores en el Donbás.
Más soldados detenidos
Por ello, según «The Washington Post», Putin habría dado el visto bueno a esa movilización encubierta, información confirmada por otros medios locales y extranjeros.
Según esas filtraciones, el Ejército ruso necesita urgentemente 50.000 soldados en el frente ucraniano y otros 40.000 en la reserva.
A lo que hay que sumar que el jefe del Kremlin aprobó la propuesta de incrementar a 1,5 millones el número de efectivos de las Fuerzas Armadas para 2026, de los que unos 700.000 deben ser militares profesionales.
Además, según informó Olga Románova, jefa de la ONG «Rus Sidiaschaya» (Rusia Entre Rejas), el Ministerio de Defensa también ha iniciado una movilización masiva en las cárceles.
Según sus cálculos, Moscú ha reclutado sólo en abril a 10.000 presidiarios, que son comandados por compañías militares privadas, incluido el Grupo Wagner, que el pasado año alistó a 50.000 presos.
«Ahora tiene lugar una movilización absolutamente desesperada. Nunca habíamos visto nada igual. Ni siquiera durante los tiempos de Wagner», señaló.
Notiespartano/800Noticias