Rusia lanzó hoy una nueva lluvia de misiles contra Ucrania, mientras sus tropas intensificaron los ataques en el frente oriental, donde según el mando militar ucraniano la situación para las fuerzas de Kiev es «extremadamente difícil».
«La operación de rescate continúa después de otro ataque ruso contra nuestras ciudades y nuestra población: terror deliberado contra edificios residenciales en Kiev, Járkov y Pavlograd», escribió el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Telegram.
Siete víctimas mortales
Según las autoridades ucranianas, a consecuencia del ataque con misiles lanzado por Rusia fallecieron siete personas, cinco de ellas en Járkov, donde un proyectil impactó contra un edificio de viviendas de varias plantas.
El bombardeo de Járkov también ha dejado 46 heridos, según el último recuento ofrecido por la Fiscalía ucraniana.
Las otras dos víctimas mortales del lanzamiento de misiles rusos contra Ucrania la pasada madrugada fallecieron en la capital, Kiev, y en la localidad de Pavlograd de la región de Dnipropetrovsk, en el centro del país.
Ucrania aseguró a la vez que sus defensas antiaéreas habían logrado interceptar 21 de los 41 misiles de distintos tipos lanzados por Rusia.
Moscú reconoce ataques a fábricas
El Ejército ruso lanzó hoy un ataque grupal con misiles de alta precisión de emplazamiento terrestre y aéreo contra fábricas de municiones y misiles ucranianos, informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su parte de guerra diario.
«En la mañana de hoy las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron un ataque grupal con armas de alta precisión y largo alcance de emplazamiento aéreo y terrestre contra objetivos del complejo militar industrial de Ucrania que producían misiles y piezas para ellos, municiones, así como sustancias explosivas», indicó el ministerio, que señaló que «todos los objetivos fueron alcanzados».
Mientras, el Kremlin negó este martes que el ataque masivo en diversas regiones de Ucrania, fuese en respuesta al bombardeo mortífero de la ciudad de Donetsk, controlada por Moscú desde 2014.
«No, no se puede», respondió el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a una pregunta sobre si se puede considerar el ataque masivo ruso una respuesta al bombardeo de Donetsk, que dejó 27 muertos el pasado domingo.
Peskov aseguró que los militares rusos no atacan infraestructuras civiles y la población de Ucrania, «a diferencia del régimen de Kiev».
Tensa situación en el este
En cuanto a la situación en el frente, Rusia continuó hoy su paulatino avance en el este de Ucrania, donde la situación es ahora extremadamente difícil, según el mando ucraniano.
«La situación sigue siendo extremadamente tensa y se caracteriza por el uso intensivo de fuego de artillería, morteros, drones de ataque y operaciones de asalto por parte del enemigo», dijo el comandante en jefe del Ejército de Tierra de Ucrania, Oleksandr Sirski.
Rusia, a su vez, afirmó en el parte diario haber mejorado sus posiciones en el frente de Limán, en el noreste de Ucrania.
Además, los blogueros militares rusos escriben este martes sobre el lento avance ruso en Avdivka, el principal baluarte ucraniano en el este, que Rusia trata de cercar desde hace unos cuatro meses.
De acuerdo con uno de esos blogueros, Evgueni Lisitsin, los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas ya se llevan a cabo en las calles de los distritos sureños de Avdivka y no en sus alrededores.
Fuentes ucranianas desmienten a su vez la presencia de las tropas rusas en la ciudad y aseguran que los soldados que lograron ingresar en la urbe, ya fueron expulsados o aniquilados.
En tanto, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que los próximos meses serán decisivos para Ucrania y reveló que actualmente el mando militar del país tiene que racionar cuidadosamente la ayuda ante la incertidumbre acerca del futuro de las entregas.
«Tienen que tomar decisiones bastante difíciles sobre qué armas usar, qué municiones usar, qué misiles usar. Porque no saben cuándo llegarán los próximos envíos. Es una situación terrible», señaló.
Notiespartano/EFE