Rusia intensificó el martes su ofensiva militar contra los últimos focos de resistencia en el este de Ucrania y se dijo decidida a alcanzar todos sus «objetivos», sin límite de plazos, en la guerra que entró en su cuarto mes.
Las tropas rusas centran actualmente su ataque en Lugansk, en la cuenca minera del , donde la situación «empeora a cada hora», declaró el gobernador regional, Serguéi Gaidai.
Como parte de la maniobra de envolvimiento, tratan de rodear las localidades de Severodonetsk y Lysychansk, situadas a unos 100 km de Lugansk.
Severodonetsk es bombardeada «las 24 horas del día» por los rusos, que «utilizan la táctica de tierra arrasada», afirmó previamente Gaidai.