Rusia siguió ganando terreno este viernes en el este de Ucrania, y sus fuerzas estrecharon el cerco sobre la estratégica ciudad de Severodonetsk, después de que los separatistas prorrusos aseguraran haber tomado Limán, un importante nudo ferroviario, una información que no ha sido confirmada por el ejército ucraniano, ni tampoco por el invasor.
Tras fracasar en su intento de tomar Kiev y Járkov, Moscú centra sus esfuerzos en conquistar completamente el Donbás, una cuenca minera que comprende las regiones de Donetsk y Lugansk y donde los separatistas prorrusos controlan una parte del territorio desde 2014. La conquista de Limán permitiría a los invasores despejar el último obstáculo para avanzar hacia Slaviansk y Kramatorsk, en una maniobra para rodear Severodonetsk y Lysychansk, más hacia el este.
De hecho, tras varias semanas de bombardeos contra zonas residenciales, las fuerzas rusas casi rodean a Severodonetsk, cuyo gobernador, Alexander Striuk, advirtió que podría sufrir el mismo destino que Mariúpol, un importante puerto del sureste devastado tras semanas de asedio. Striuk manifestó que la situación era «muy difícil», pero rechazó que las tropas rusas estuvieran rodeando la ciudad por completo.
¿Llegó la hora de los MLRS?
«Casi dos tercios del perímetro de la ciudad están ocupados por el enemigo, pero no está rodeada», dijo Striuk. Un oficial de la policía de la «república” separatista prorrusa de Lugansk, citado por la agencia afín al Kremlin Ria Novosti, dijo en cambio que la ciudad estaba «actualmente rodeada», y que las tropas ucranianas habían perdido toda posibilidad de salir.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar de Donetsk, confirmó que «la mayor parte de Limán no está bajo el control de los militares ucranianos» y que las tropas ucranianas se han replegado 90 kilómetros al sur. «Lo mismo ocurre en dirección a Svitlodarsk. El enemigo se encuentra ahora en ese territorio. Las fuerzas ucranianas se han reagrupado para tomar posiciones fortificadas”, explicó.
El 60 por ciento de las casas de Severodonetsk han sido destruidas por los bombardeos rusos y entre el 85 y 90 por ciento de los edificios están dañados y necesitarán reparaciones importantes, aseguró Striuk. En las últimas 48 horas los rusos han bombardeado barrios residenciales, infraestructuras civiles y la planta química Azot, causando un número indeterminado de muertos.
El asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, denunció que Rusia está utilizando «armas no nucleares más pesadas», como sistemas de lanzacohetes móviles de largo alcance capaces de portar ojivas termobáricas. «¿Quizás es hora de responder y darnos MLRS?”, se preguntó, en referencia a lanzaderas de largo alcance que permitirían ampliar el radio de acción de las fuerzas defensivas ucranianas.
Notiespartano/DW.com/EFE