A sus 41 años, el cineasta Rikiya Imaizumi ha dirigido cerca de una veintena de largometrajes, convirtiéndose en uno de los directores jóvenes más populares de Japón, un éxito que le ha llevado a recibir el Premio del Público en la última edición del Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF).
«No pienso que mis películas sean solo para el mercado doméstico y tampoco pienso en el mercado internacional como para no incluir detalles sobre la sociedad japonesa», explica el director en una entrevista con EFE con motivo del estreno en Japón de su película «By the window» («Junto a la ventana», 2022).
El filme sigue la historia de Shigemi (interpretado por el músico y actor Goro Inagaki), un escritor retirado por decisión propia que descubre un día que su mujer le está siendo infiel, pero se da cuenta de que esto no le genera ningún tipo de aflicción.
«Esta película no es sobre las emociones con las que se puede identificar todo el mundo, es sobre un problema muy personal. Hoy hablamos mucho de empatía y creo que en vez de escribir algo que todos podemos entender, quería hablar de algo muy personal», afirma el director.
Personajes, emociones y relaciones complejas son clásicos en el cine de Imaizumi, que no huye de situar al espectador en una posición incómoda y de hacerle plantearse qué haría si él fuera el protagonista.
«Cuando fui a festivales de cine, sin importar la edad o la nacionalidad, la gente se me acercaba para decirme que había entendido mi película. En cualquier generación, las personas se pueden sentir identificadas», explica.
Nacido en 1981, Imaizumi debutó en el cine con la cinta «A film of Tama» («Una película de Tama», 2010) y en 2019, fue seleccionado para competir en la 31 edición del TIFF, donde se llevó este año, en su edición 35, el Premio del Público por «By the window».
Imaizumi ha trabajado en muchos títulos de éxito, incluidos «Just Only Love» («Solo amor», 2018) o «Little Nights, Little Love» («Pequeñas noches, pequeño amor», 2019), algunos de ellos producidos para Netflix, que considera al autor parte de la «próxima generación de creadores» en Japón.
Su última película, «Call me Chihiro» («Llámame Chihiro», 2023) llegará a la plataforma de streaming el próximo 23 de febrero, reafirmando así la posición de Imaizumi como un reclamo entre el público japonés.
El cineasta es consciente también del interés por el cine asiático a nivel internacional y del reconocimiento que el cine japonés recibe en continentes como Europa, con la última edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián premiando con la Concha de Plata a Mejor Director a Genki Kawamura por «A hundred flowers» («Un centenar de rosas», 2022).
«Directores como Hirokazu Kore-eda o Koji Fukada son muy famosos a nivel internacional y creo que esta es una de las ventajas del cine japonés, que todo puede funcionar», explica Imaizumni y añade que se producen formatos para diferentes públicos en el país asiático, desde películas con un gran presupuesto para el mercado doméstico a historias de amor para la gente joven o animación.
«Antes solíamos tener este sistema en el que aprendías de directores más mayores, pero ahora hay un incremento de películas ‘indie’ y de nuevos directores que hacen películas de la forma que ellos quieren», afirma.
El próximo largometraje del realizador, «Call me Chihiro», sigue las historias de una antigua trabajadora sexual que trabaja en una pequeña tienda de alimentación de una ciudad costera japonesa, una niña que espera encontrar a su madre, una adolescente que no puede decir lo que piensa y un sintecho de pocas palabras.