Dos científicos, reconocidos en el ambiente académico como “los detectives de las proteínas”, quieren reconstruir el verdadero aspecto de Vlad el Empalador, personaje histórico que según se cree inspiró la creación de la novela Drácula, de Bram Stoker, publicada en 1897.
Detectives de las proteínas
Gleb y Svetlana Zilberstein son dos científicos investigadores que buscan reconstruir el verdadero aspecto del personaje histórico que dio origen a Drácula, a partir de muestras de sudor, saliva y huellas dactilares presentes en cartas que el conde Vlad el Empalador escribió hace unos 500 años.
Más allá de los rasgos físicos que la fantasía popular adjudicó a Drácula a través de novelas y películas, el personaje real fue un conde de Rumanía que vivió en torno a los años 1428 y 1476, y que solía ajusticiar a sus enemigos empalándolos en una estaca.
Los científicos extraerán material genético de las cartas escritas por Vlad Tepes, pero no exactamente ADN, sino huellas bioquímicas, más precisamente de una carta que escribió a la gente de Sibiu, ciudad de la actual Rumanía, el 4 de agosto de 1475.
Reconstruyendo a Drácula
“Buscamos determinar la composición molecular y la edad de las llamadas moléculas históricas. Principalmente, determinamos proteínas y metabolitos”, explicó Gleb Zilberstein, “estas moléculas son más estables que el ADN y brindan más información sobre las condiciones ambientales, la salud, el estilo de vida y la nutrición de la persona histórica a la que pertenecieron las moléculas históricas”, detalló el experto.