Estas rosquillas , que vienen en diferentes presentaciones, resaltan por ser secas, algo que se debe a la escasez de recursos y materias primas en tiempos antiguos. Usualmente, las personas solían remojarlas en bebidas anisadas para ablandarlas un poco antes de comerlas.
Las fiestas del santo se remontan al siglo XVI, cuando las personas de Madrid se reunían en la pradera cercana al pueblo de Carabanchel. Ahí, se sentaban en el césped para comer y beber, todo en torno a manantiales a cuyas aguas se les atribuían propiedades curativas y las que bebían los asistentes.
Ingredientes
- 600 gramos harina de trigo con leudante o harina de repostería
- 1 sobre de levadura química o impulsor químico tipo royal (12 gramos)
- 250 gramos de huevos a temperatura ambiente (unos 5 huevos M aproximadamente)
- 1/2 cucharadita. de anís en grano (8 g. aprox.)
- 25 mililitros de licor de anís
- 150 gramos de azúcar blanquilla
- 70 mililitros aceite suave de girasol
- 8 gramos de sal
Para el glaseado
- Para el glaseado: 400 gramos de azúcar glass
- 3 claras de huevo
- 2 cucharadas de zumo de limón
- Si es necesario, un poquito de agua para ligar bien el glaseado
- Si queremos decorarlas (opcional) los topings que más le guste
Preparación
- Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar en un bol hasta que la mezcla espume. Incorporamos el aceite, sal, el licor y el anís triturado finamente (lo podemos hacer con el mortero) y mezclamos bien.
- Añadimos la harina (en este caso era de pastelería, pero también vale una harina floja de trigo) y la levadura química. Comenzamos a trabajarlas hasta formar una masa uniforme. Dejamos reposar la masa en un bol enharinado y tapado, en torno a 1 hora. La masa debe ser blandita, pero apenas debe pegarse a los dedos.
- Sobre una superficie de trabaja vamos dividiendo la masa en pequeñas porciones, de unos 40 g. cada una y formando cilindros con las manos.
- Si es necesario podemos engrasar ligeramente la superficie de trabajo y las manos para facilitar el proceso. Le damos forma a las rosquillas y las vamos colocando en una fuente apta para horno. Las rosquillas deben dejarse reposar en crudo durante aproximadamente 60 minutos