Con un plato de garbanzos con repollo resucitarás a los muertos (no literalmente, ojo) gracias a los nutrientes y al efecto revitalizante que supone, especialmente durante los días de frío y lluvia.
Este es uno de esos platos que te entonan el cuerpo durante los fríos y lluviosos días de invierno. ¡Qué gusto da llegar a casa con los huesos helados y sentarse en la mesa ante un potaje de este calibre! Además esta receta de garbanzos con repollo es facilísima, nutritiva a más no poder (los garbanzos son todo un superalimento) y además muy económica. Vamos, que la podrías hacer con los ojos cerrados con lo que tienes en la despensa.
Efectivamente, el garbanzo contiene más proteínas de alto valor biológico que la quinoa, por lo que es más nutritivo
Ingredientes:
Preparación:
Corta la mitad de un repollo mediano en rodajas estrechas, pica la cebolla y el ajo, trocea a tu gusto el trozo de jamón y escurre los garbanzos cocidos. Puedes hacer la receta de repollo con garbanzos de bote o cocerlos el día anterior.
Vierte en una olla express un chorro de aceite y cuando esté humeante sofríe los trozos de ajo. Una vez que tomen color, añade también la cebolla y rehógala durante 2 minutos. Luego, agrega los trozos de jamón y cocina 2 minutos más.
Vierte el agua y deja que empiece a hervir durante un par de minutos. Debes de tener en cuenta que cada ingrediente debe soltar su sabor para que todos se integren entre sí, por ello se sofríen unos minutos antes y se incorporan poco a poco; esta es la clave para que un simple guiso de garbanzos con repollo quede apetitoso.
Añade una cayena para darle un pequeño toque de sabor al guiso. Este ingrediente es opcional y se puede sustituir por pimentón dulce o picante… Después, agrega las hojas de laurel, un chorro de aceite de oliva y las especias.
Incorpora los garbanzos y el repollo cortado y deja cocer en la olla express durante 10 minutos, con eso bastará. Si estás haciendo la receta de garbanzos con repollo rehogado en olla convencional o cazuela, el tiempo de cocción será de 30 minutos, aproximadamente, a fuego lento.
Prueba de sal y rectifica si lo consideras necesario, aunque seguro que el jamón ya aporta la cantidad justa.