Un grupo de científicos y entrenadores están demostrando que la ratas gigantes africanas son unas verdaderas héroes en la lucha contra algunos de los problemas más graves del mundo.
Estas ratas, llamadas «HeroRATs» por la organización APOPO, están siendo entrenadas para detectar minas terrestres, gracias a su agudo olfato y su pequeño tamaño, pueden acceder a lugares donde los humanos no pueden llegar sin riesgo.
Además, estas ratas están ayudando a diagnosticar la tuberculosis, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Recientemente, se ha descubierto que también pueden detectar el contrabando de fauna silvestre.
La respuesta está en su increíble capacidad olfativa y en la inteligencia de los entrenadores de APOPO. Estas ratas son capaces de detectar olores muy específicos, incluso en concentraciones muy bajas. Y lo mejor de todo es que son animales muy sociables y fáciles de entrenar.
La historia de APOPO es realmente inspiradora. Esta organización belga, fundada en 1997 por Bart Weetjens, ha revolucionado la manera en que utilizamos a los animales para resolver problemas humanitarios. Gracias a su trabajo, miles de personas en todo el mundo están más seguras.
Lo esencial: las ratas gigantes africanas, gracias a su olfato y agilidad, han pasado de ser vistas como plagas a desempeñar un papel crucial en la detección de minas y enfermedades, y ahora en la lucha contra el tráfico de vida silvestre. APOPO, que las entrena con éxito, busca ampliar su uso a combatir el comercio ilegal que amenaza ecosistemas y salud humana.
Por qué importa: el contrabando de fauna silvestre mueve hasta 23 mil millones de dólares anuales, con graves implicaciones ecológicas y sanitarias. Estas ratas ofrecen una solución innovadora, económica y eficiente para regiones pobres afectadas por este crimen organizado.
Notiespartano/800Noticias