…así andan por estos días los cuerpos de inteligencia y de policía buscando, hasta por debajo de las piedras, a los que el régimen cataloga de terroristas, golpistas y agitadores, en cumplimiento exacto de la “Operación Furia”, la más reciente de las medidas del oficialismo con la cual quieren limpiar el camino de obstáculos para mantenerse en el poder.
Creen, desde el presidente hasta el último de los funcionarios de los niveles superiores, que persiguen, apresando y torturando a los que públicamente manifiestan su abierto desacuerdo con el desgobierno rojo, sembrarán el miedo entre la multitud de opositores, próxima a conformar ya las tres partes de la población, según las encuestas.
Piensa, equivocadamente, que actuando en base al terror, silenciará el grito que, con mayor fuerza cada vez, se escucha en las calles y en todas partes de Venezuela entera; advertencia al mismo tiempo que asegura una sólida ventaja electoral para María Corina Machado, la líder de un movimiento que, con la
extraordinarias victoria del 22 de octubre, casi tres millones de ciudadanos, mayoría en todos los sectores, la eligieron candidata única de la oposición a la jefatura del Estado.
Desesperada como está la claque gobernante, no repara en nada, ni menos caso hace a la legislación vigente pues, en su criterio, violentar la constitución no es un problema que le quite el sueño.
Por el contrario: con un tribunal supremo que imparte, únicamente la justicia revolucionaria, para favorecer al régimen, igual que un elefante en una cristalería, patea ordenamientos, reglamentos y leyes para imponer lo que le venga en gana, que no lo dice este articulista sino es la opinión
reinante entre especialistas en Derecho.
A título de ejemplo: la sentencia forjada con la cual el régimen condena a la inhabilitación por 15 años a María Corina Machado, a juicio de los constitucionalistas no pasa de ser sino un manifiesto de odio contra la segura presidenta en unas elecciones libres, tal como lo plantea el Acuerdo de Barbados que el régimen incumple groseramente.
De odio, sí, puesto que en ese manifiesto se le inculpa de una serie de hechos en los cuales nunca tuvo participación, y retrata de manera perniciosa la rabia, el desespero y el terror que desde ya tienen
por la derrota que habrán de recibir en las presidenciales.
La inmensa mayoría de jefes de Estado de los gobiernos democráticos en todo el mundo; ex presidentes de América y de Europa; los parlamentos, partidos políticos, organizaciones internacionales de alto prestigio, grupos; de opinión, en fin, sociedades bien cimentadas en todo el planeta, han mostrado apoyos y solidaridad con la candidata de la esperanza y claman porque el régimen respete sus derechos políticos que, sin duda alguna, le están violentando de manera brutal.
Los Estados Unidos han recalcado que Maduro tiene plazo hasta el mes de abril para darle cumplimiento a lo firmado en Barbados. La respuesta, hasta ahora, dada popr el psiquiatra presidente de la Asamblea fue mandar muy largo a los gringos, en gesto de guapetón de barrio, de los que así hablan por estar bien
custodiados, pero callan cuando, solos, se les inquiere respuestas a los atropellos.
Con la “Operación Furia” podrán cometer cualquier clase de delito, pero ellos son la ley y con su ley juzgan a la víctima y nunca al victimario. Mientras tanto, crece, como arroz, la multitud que respalda a Marìa Corina Machado. Y ellos lo saben.
Ya pasan de millones los chavistas que, en silencio, para no ser perseguidos, están de acuerdo con los planes de la candidata de la unidad, de la ciudadanía, de Venezuela toda. Ya es público y notorio que a las marchas y concentraciones públicas del oficialismo, que antes resultaban plenas de entusiastas partidarios rojos, ahora son realmente escuálidas, tanto que los camarógrafos del canal que era de los venezolanos recurren a trucos, ahora con ayuda de la inteligencia artificial, para “tapar”, no los huecos, sino los cráteres en cada convocatoria.
Bueno, ese es el problema a resolver por el oficialismo. Lo que importa es saber que, ahora, el ciudadano ha renovado bríos y está presto a defender sus derechos y a demostrar que, constitución en la mano, sabrá defenderlos, exigiendo se les respeten a María Corina Machado e impedirá que el régimen se salga con la suya.
Por eso la mayoría ciudadana acudirá a sufragar por el cambio, por una Venezuela libre, soberana, por el regreso de los familiares regados en los cinco continentes.
Por una Venezuela donde la paz y la libertad protejan el desarrollo y el progreso.
Por una Venezuela donde triunfe, y se quede para siempre, el bien. Eso es también ir hasta el final.
AngelCiroGuerrero