El gigante tecnológico que es Apple en la actualidad vive principalmente del iPhone, su producto estrella. Casi la mitad de su facturación viene de ahí. En segundo lugar, relojes inteligentes, domótica y accesorios. Y, en tercer lugar, sus servicios online cada vez más diversificados: música, series y TV, deportes en directo, juegos y apps… Pero si Apple es hoy lo que es se debe en gran parte a un dispositivo ya descatalogado, el iPod.
Tras una salida precipitada, Steve Jobs volvía de nuevo a dirigir la que era su compañía. Y tras poner orden en una Apple en declive, decidió apostar por una nueva área de negocio más allá de computadoras y periféricos, que era lo que vendía principalmente. Primero reordenó y rebautizó sus productos de entonces. Es la época de los iBook y los iMac para el gran público y los PowerBook y los Power Mac para los profesionales.
Y entonces llegó la gran apuesta por la música digital. Ya existían los reproductores MP3 y la gente descargaba música por internet. Aunque por métodos no oficiales. Pero las discográficas rechazaban ese mercado y seguían enfocados en el formato físico. Apple cambió con el iPod la manera de consumir música. Y abrió las puertas a productos como el iPhone, el iPad o el Apple Watch, entre otros.
El 10 de mayo de 2022, Apple anunciaba el final del iPod touch, el último superviviente de de estos dispositivos electrónicos anunciados un lejano noviembre de 2001. Más de 20 años de historia que se deja ver en prácticamente cualquier producto de Apple de hoy en día. Como dice la propia nota de prensa que anunciaba el fin del iPod: “esa misma experiencia está disponible en todos los dispositivos de Apple, desde el iPhone y el Apple Watch hasta el iPad y el Mac”. Sin olvidar el Apple TV, el HomePod mini o los AirPods en sus distintas variantes. En resumen. Para qué seguir fabricando y vendiendo el iPod si sus funciones ya están incluidas en otros dispositivos que se venden tan o más bien que el iPod en sus mejores tiempos.
La música es un pilar importante de Apple, claro está. Entre sus servicios online destaca la suscripción a Apple Music, integrada en prácticamente todos los dispositivos del ecosistema Apple. Y si existe hoy esa integración es gracias al lanzamiento del iPod, un dispositivo que cabía en el bolsillo y que te permitía llevar contigo 1.000 canciones en MP3. Pesaba 185 gramos y tenía una autonomía de 10 horas.
Fue la llegada del MP3 en 1993 la que posibilitó el digitalizar los entonces populares discos compactos o Compact Disc. El CD, junto a la casete, eran los formatos en los que se adquiría la música entonces. Con el MP3 era posible tener solo una canción o parte de un álbum y escucharlo donde quisieras. Primero en el ordenador. Y, posteriormente, en dispositivos conocidos como reproductores MP3. Todo esto a espaldas de una industria musical que no quería dar el salto a lo digital. De ahí el trágico final de Napster.
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