El debate acerca de si el núcleo de nuestro satélite natural, la Luna, era sólido o líquido parece haber llegado a su fin gracias a una nueva y exhaustiva investigación que recoge la prestigiosa revista Nature. Los expertos de la Universidad de la Costa Azul y el Instituto de Mecánica Celestial y Cálculos de Efemérides de Francia confirman que el núcleo interno de la Luna es una bola sólida, lo que nos acerca un poco más a una información más certera sobre la Luna y, por extensión, de nuestro sistema solar.
La NASA sugirió en 2011 que la Luna tenía un núcleo sólido rico en hierro, así como un núcleo externo fluido. Sondear la composición interior de los objetos en el sistema solar se consigue de manera más efectiva a través de datos sísmicos. La forma en que las ondas acústicas generadas por los terremotos se mueven y se reflejan en el material dentro de un planeta o una luna puede ayudar a los científicos a crear un mapa detallado del interior del objeto.
¿Qué hay dentro de la Luna?
El corazón de la Luna
Los investigadores desarrollaron modelos del interior de la Luna con la esperanza de arrojar luz sobre su estructura geológica interna. Recopilaron datos de misiones espaciales y experimentos de alcance de láser lunar para compilar un perfil de varias características lunares.
Con los datos en mano, determinaron que, no solo el núcleo interno de la Luna es sólido como el de la Tierra, sino que también está hecho de un metal con una densidad cercana a la del hierro. También concluyeron que el núcleo tiene aproximadamente 500 kilómetros de diámetro, alrededor del 15% del ancho total de la Luna.
«El interior más profundo de la Luna, especialmente si tiene o no un núcleo, ha sido un punto ciego para los sismólogos», comenta Ed Garnero, profesor de la Escuela de Exploración de la Tierra y el Espacio en la Facultad de Artes Liberales y Ciencias de ASU y coautor del trabajo . «Los datos sísmicos de las antiguas misiones Apolo eran demasiado ruidosos para obtener imágenes de la Luna con confianza. Otros tipos de información han inferido la presencia de un núcleo lunar, pero los detalles sobre su tamaño y composición no estaban bien limitados».
Reconstruyendo la estructura interna del satélite
La mejor coincidencia, según la información de las observaciones físicas de los campos gravitatorios de la Luna y las de la misión GRAIL de la NASA, era la que soportaba un núcleo interno sólido en la Luna. Luego, el modelo digital del manto de la Luna basado en datos termodinámicos dejaba el mismo escenario coincidente con las entrañas lunares. De la misma forma, el trabajo sugiere que el núcleo lunar contiene un pequeño porcentaje de elementos ligeros como el azufre, similar a los elementos ligeros del núcleo de la Tierra como el oxígeno o el azufre.
«Están sucediendo muchas cosas emocionantes con la Luna, como la misión LRO del profesor Mark Robinson que produce fotos de alta resolución de fenómenos asombrosos. Sin embargo, al igual que con la Tierra, hay mucho que no sabemos sobre el interior lunar, y eso información es clave para descifrar el origen y la evolución de la Luna, incluida la Tierra muy primitiva”, concluye Garnero.
Luna
Dada la esperanza de la humanidad de regresar a la Luna dentro de un espacio tan breve de tiempo ( pues si todo sale bien veremos a los humanos pisar de nuevo la Luna con la misión Artemis en 2025), tal vez no tengamos que esperar mucho para la verificación sísmica de estos hallazgos in situ.