El Dogging, o perreo en español, es una práctica sexual un poco arriesgada, ya que consiste en tener sexo en lugares públicos y además con personas que puedan observar o participar en el acto sexual.
La práctica del dogging inició en la época de los 70, en el Reino Unido; y básicamente, es una mezcla entre exhibicionismo, el voyeurismo (placer de observar) y en algunos casos, el intercambio de parejas.
Habitualmente estos encuentros sexuales se llevan a cabo en parques, playas, baños públicos, áreas de servicio o zonas urbanas, según reseñó el portal web Psicología y Mente.
¿CÓMO NACIÓ EL TERMINÓ DOGGING?
Hay personas que afirman que el término «dogging» se volvió popular entre los británicos, pues los «mirones» aprovechaban la oportunidad de pasear a sus perros en las zonas donde sabían que otras personas iban a tener sexo (estacionamientos, playas, parques…), usando así a sus mascotas para disimular sus verdaderas intenciones.
Sin embargo, hay quienes aseguran que se debe a la incomodidad de muchos de los lugares en los que se practica el dogging o perreo, obliga a los involucrados a adoptar la postura del perrito.
¿CÓMO PRACTICARLO?
1.- La idea principal es tener sexo con un desconocido en lugares públicos, mientras otros son testigos, en mayor o menor medida del acto.
2.- Aunque en algunos casos, las parejas conservadoras se animan a practicarlo, cuentan con una serie de reglas que acuerdan respetar.
3.- Internet está lleno de foros y páginas especializadas donde las personas suelen establecer los lugares, fechas y horas para estos encuentros.
4.- Normalmente, el lugar ideal para practicar el dogging es en el interior del carro. Las luces intermitentes externas, indican a los otros que hay un vehículo en acción. Si encienden la luz interna invitan a los de afuera a que vean lo que están haciendo.
5.- Cuando el carro tiene ventanas y puertas abiertas es una invitación para que se acerquen y toquen. Ahora si una de las puertas está completamente abierta, es una invitación para que te unas a un trío o una orgía.
6.- Para muchas personas esta práctica sexual puede resultar un poco depravada, pero hay quienes la encuentran como un fabuloso scape de la rutina.
7.- Es importantísimo que recuerdes utilizar siempre preservativos, que te informes muy bien de las reglas de cada grupo y que sigas las recomendaciones de seguridad que te ofrecen.
8.- Recuerda que el sexo en público no es una actividad sexual. Por ello, debes seguir las normas de quienes tengan mayor experiencia en estos encuentros. Claramente, esta es una forma de aumentar la adrenalina y el morbo.