Los estilos de vida veganos son cada vez más populares, por lo que buscan productos basados en plantas y libres de cualquier tipo de crueldad. Es por ello que entre esta tendencia, la industria de la belleza ha llegado con complementos alimenticios y demás productos para el cuidado de la piel que, cuando leemos su etiqueta, vemos que contienen colágeno vegano.
Estos productos alardean de brindar un aspecto más joven, reducir las arrugas, fortalecer el pelo y todos los beneficios del colágeno en sí. Sin embargo, ¿está realmente el colágeno vegano a la altura de sus promesas?
¿Qué es el colágeno?
Se trata de una proteína estructural que se encuentra en gran parte de los tejidos del organismo, desde la piel y los músculos hasta los huesos y las articulaciones, brindando sostén, fuerza y elasticidad.
Centrándonos en sus beneficios para la estética, diversos estudios han demostrado que el consumo de colágeno hidrolizado puede ser una ayuda importante para reducir la presencia de arrugas y mejorar notablemente la hidratación de la piel.
Sin embargo, en el mundo vegetal no existe esta proteína, por lo que en este punto puede existir un poco de confusión sobre lo que realmente significa el “colágeno vegano”, y en especial, acerca de si sus beneficios son siquiera similares a los del colágeno animal.
¿Es posible que el colágeno sea vegano?
De acuerdo con los expertos, el colágeno no puede ser vegano, ya que no existe una fuente natural de colágeno, pues, esta proteína solo puede encontrarse en animales o sintetizar artificialmente en bacterias.
De acuerdo a otros científicos, el término colágeno vegano se trata más bien de una estrategia de marketing para referirse a ingredientes que sí son de origen vegetal, pero que solo promueven la producción intrínseca de colágeno, lo que se conoce como «promotores de colágeno».
Estos ingredientes incluyen aminoácidos, ceramidas, ciertos minerales y antioxidantes. La combinación de cobre (un mineral) y vitamina C (un potente antioxidante), son componentes cítricos de la producción de colágeno, mientras que la sílice, por ejemplo, ayuda a catalizar la producción de esta proteína.
Bajo esta premisa, algunos científicos señalan que las marcas que afirman vender productos con colágeno vegano están realizando publicidad engañosa, puesto que en genoma vegetal no existe el colágeno.
Otras formas de producir colágeno libre de crueldad
Los productos cruelty free son una tendencia que merece la pena mantener, por lo que no es de extrañar que las industrias estén interesadas en sintetizar en laboratorios ciertos ingredientes que solo podrían ser obtenidos de otros animales.
Por lo tanto, el colágeno elaborado a partir de levaduras y bacterias que han sido modificadas genéticamente podría considerarse vegano, ya que, si bien no proviene de las plantas, no implica ningún tipo de crueldad hacia los animales para su producción.
Sin embargo, esta técnica es bastante nueva, pero a pesar de ello, se han logrado grandes avances que podrían hacer que el uso de microbios se convierta en el proceso habitual para obtener colágeno.
De acuerdo con los científicos, la bacteria estelar sería el Streptococcus pyogenes. Las investigaciones señalan que esta cepa es capaz de producir suficiente colágeno para que comercialmente sea viable, y además, con una estructura similar a la del colágeno humano, siendo muy interesante para convertirse en la forma sostenible de producir colágeno.
¿Funciona el colágeno vegano?
Debemos de tener en cuenta que, hasta el momento, no existen estudios acerca de los efectos del colágeno de microorganismos en la salud o en la piel, por lo que las opiniones por parte de los expertos son bastante divididas.
Pues, si algunos especialistas en el tema aún ven con recelo los beneficios del colágeno animal, a pesar de que existen datos acerca de la mejoría en la elasticidad y la hidratación de la piel posterior a su uso, no es una sorpresa que muchos científicos tengan dudas acerca de la eficiencia de los suplementos de colágeno vegano.
Sin embargo, se sabe que nuestro cuerpo fabrica colágeno, pero la producción de esta proteína disminuye a partir de los 25 años, por lo que apoyar la síntesis natural de colágeno podría ser realmente beneficioso.
Colágeno vegano, ¿es mejor consumirlo o aplicarlo de forma tópica?
Ya sabemos que realmente no se trata de un producto con una forma vegetal de colágeno, sino más bien de una forma no animal de colágeno. Pero en cualquier caso, ¿sería mejor ingerirlos en la dieta o usarlo de forma tópica?
Pues, hay que tener en cuenta que la molécula de colágeno es realmente grande y larga. También, tenemos que recordar que nuestra piel está, precisamente, diseñada para impedir que los contaminantes y las bacterias penetren hacia el interior de nuestro organismo, así como evitar que el agua de nuestro cuerpo se evapore con facilidad.
Esto quiere decir que esta barrera tan eficaz también va a impedir que las grandes moléculas de colágeno atraviesen las capas de la piel y lleguen al torrente sanguíneo.
Es por ello que muchos científicos tienen dudas sobre si el colágeno puede o no ser absorbido por la piel, pero a pesar de esta incógnita, se ha demostrado que el uso de colágeno tópico es capaz de hidratar en gran medida la piel, pero no de estimular la producción endógena de colágeno.
Sin embargo, el consumo de colágeno también puede ser un poco complicado, pues, al ingerirlo, este debe ser digerido y descompuesto en componentes que sean más fáciles de usar por el organismo, es decir, en aminoácidos. Y debido a que estos aminoácidos no son específicos, sino que más bien son utilizados de acuerdo a las necesidades del momento, por lo que es poco probable que se usen en la producción de colágeno.
Desde un punto de vista amplio, la presentación tópica solo tiene propiedades hidratantes excelentes, y con ello, también es posible que suavice ciertas arrugas, pero no mucho más, debido a que su capacidad para atravesar la piel es muy baja.
En general, cuando se trata de elegir productos para el cuidado de la piel, lo importante es que estos hayan sido comprobados clínicamente de forma independiente, ya que a pesar de que los principios activos sean muy favorables, una vez se haya creado el compuesto final, es posible que este no sea capaz de replicar el ensayo del proveedor. Es decir, que puede que el producto final no sea tan funcional como lo podrían ser sus ingredientes por separado.