El programa “Una mano amiga” creado por el Colegio Guayamurí entregó su cuarta prótesis creada con una impresora 3D, en el marco de esta acción social que involucra a estudiantes, docentes y representantes.
La doctora Musa Eekhout, cirujano pediatra, representante y orientadora de este proyecto, explicó que para un paciente amputado es muy difícil en Venezuela acceder a una prótesis por los altos costos que representa, y detalla que una pieza de última generación puede estar entre 20 mil y 30 mil dólares.
“Por eso este programa tiene tanta relevancia, el equipo ya ha entregado 4 prótesis, que significa un impacto social maravilloso porque hemos llegado a personas que sufren por no poder desenvolverse bien físicamente porque le falta un miembro”, asegura y agrega que, si bien hasta ahora han realizado prótesis de brazos y manos, no descartan llegar a miembros inferiores.
Al respecto los estudiantes Daniel Denis y Hassam Hamoudi, quienes participaron en el proyecto de una prótesis para el señor Miguel Meza, destacaron su pasión por temas de innovación como la robótica y construcción en 3D, pero más allá de eso afirman que este proyecto les ha despertado el deseo de ayudar a la sociedad a través de su conocimiento.
“Hacemos esto no solo para que una persona tenga su brazo sino para que se sienta mejor consigo misma y tenga mayor capacidad de acción en su día a día”.
Programa «Una mano amiga» es una ayuda emocional y mecánica que devuelve la confianza
Por su parte, el señor Jorge Meza, beneficiario del programa, expresó un agradecimiento infinito porque a 20 años de haber perdido el brazo en un accidente, ya daba por hecho que se quedaría así, sin embargo, el entusiasmo del equipo del colegio Guayamurí para ayudarle fue tal que accedió a las pruebas y luego de 6 meses ya cuenta con su miembro faltante.
“Estoy muy contento porque en este programa no solo ayudan a personas con una discapacidad, sino que te llevan a vivir su propio proceso de aprendizaje, ver la sensibilidad de los estudiantes es muy satisfactorio, sobre todo en la sociedad que vivimos que es tan necesario despertar la humanidad en los niños y jóvenes”, afirmó y aunque asegura que, nada reemplaza un parte natural del cuerpo, sin duda la prótesis es una ayuda emocional y mecánica porque le llevará a desenvolverse mejor.
Es de destacar que el Colegio Guayamurí ha llevado adelante todo un proceso de actualización, conocimiento e investigación para producir prótesis en 3D que finalmente le llevaron a obtener la certificación de Enable, organización internacional sin fines de lucro que apoya a personas con el diseño de prótesis, lo cual es un aval en la ayuda que están brindando a los necesitados.
Notiespartano