La princesa Imán de Jordania (25) se ha prometido sin que nadie lo esperase. A la segunda hija de los reyes Abdalá II y Rania de Jordania no se le conocía el noviazgo con Jameel Alexander Thermiotis, ni ninguno anterior, hasta el anuncio del compromiso matrimonial publicado el miércoles por la casa real hachemita, que llegó con la imagen de la princesa luciendo anillo junto a su ya prometido.
El misterio que rodea el noviazgo secreto –que según deslizan ahora medios griegos habría durado tres años– siguió aumentando, pues la casa real solo reveló el nombre del afortunado. No se dio a conocer ni su nacionalidad, ni su profesión, ni su edad y no había rastro de él en las redes sociales. Solo se apuntó en el comunicado que la pareja se comprometió ante la presencia de los reyes, los hermanos de la novia y la familia del novio.
Venezolano y financiero
Jameel se llamaba Jimmy, el nuevo nombre lo adopta al convertirse al islam para casarse con la princesa
Pero uno no puede casarse con una princesa y ser anónimo por mucho tiempo. Pasados los días ha trascendido que Jameel Alexander Thermiotis se ha llamado hasta su compromiso Jimmy. El nuevo nombre lo ha adoptado al convertirse al islam para poder casarse con la princesa, y con esta aclaración han llegado más detalles sobre el nuevo yerno de Rania.
Es venezolano de ascendencia griega, nieto del fallecido financiero griego Jimmy Thermiotis. Tiene 28 años y estudió Administración de Empresas en la Florida International University. Se dedica a las finanzas en Nueva York, donde reside actualmente y donde conoció a la princesa según el medio griego YouWeekly. Sus padres son Alexandros Thermiotis y Corina Hernández, y junto a sus dos hermanos pequeños, Alexia y Alejandro, también forman una familia numerosa.
La casa real ha compartido una imagen de los prometidos – luciendo el anillo con un gran diamante corte esmeralda– en su página web y en sus redes sociales, y la madre de la novia también les ha felicitado con la misma imagen. «Felicitaciones, mi querida Imán; tu sonrisa siempre ha sido un regalo de amor que atesoro desde el día que naciste. ¡Les deseo a ti y a Jameel una vida llena de amor y risas!», ha escrito Rania en su Instagram.
Por su parte, la princesa Imán, que cumplió 25 años el pasado 27 de septiembre, estudió en la prestigiosa Georgetown Universidad de Washington, la misma universidad donde estudió el príncipe heredero Hussein, su padre y Felipe VI. La princesa es una apasionada del atletismo y pese a ser musulmana no suele lucir velo, al igual que su madre, algo que las aparta a ambas de la estética general de las mujeres del país, al igual que le sucedía a la princesa Lalla Salma de Marruecos, exesposa del rey Mohamed VI.
Esta futura boda, todavía sin fecha, destacará por ser el gran día de la princesa Imán, quien es una clara sucesora del estilo de su madre. Pero la cita también llamará la atención por suponer la primera reunión de la dinastía hachemí tras la lucha de poder en la familia que acabó en dos recientes intentos de golpe palaciego del tío de Imán, el príncipe Hamza, hijo de la icónica reina Noor.
En Jordania, los problemas sucesorios de la dinastía hachemí son vendidos a la comunidad internacional como «problemas familiares» al margen de la política. El conflicto familiar se gestó porque hubo un día en que –al contrario de las monarquías europeas donde la sucesión es clara, hereditaria de padres a hijos–, en los países árabes era común que fuera designado heredero un hermano del rey. Abdalá II nombró primero heredero a su hermanastro Hamza cumpliendo con los deseos de su padre. Pero en 2004 lo apartó de la línea sucesoria y en 2009 nombró heredero a su hijo mayor.