Dirigidas a los que, siendo una parte mínima de la oposición, se auto designaron representantes de la mayoría democrática, que no son ellos, precisamente, y fueron a México a servir de hazmerreir ante el único que sobresale del grupo oficialista, y también del gobierno, con fama bien ganada de ser un consumado manipulador:
1.- Los millones de venezolanos, que a diario viven los embates de la cruda y al parecer irresoluble tragedia política, social y económica, generada por la abierta irresponsabilidad gubernamental, quieren saber a ciencia cierta, quiénes los eligieron para asumir el rol de presuntos protagonistas del monólogo oficialista escenificado en tierra azteca.
2.-Quieren saber, exactamente, a qué fueron: si a respaldar la larga lista que el gobierno llevó bajo la manga, para que ustedes le aprobasen, o a defender los derechos humanos conculcados, a obtener la libertad de los presos políticos y a reclamar en voz alta, clara y firme, la continua violación de la Constitución de la República.
3.-Les urge una respuesta suya sobre el por qué no se empeñaron en conocer, primero, si el gobierno de verdad está interesado en resolver lo del alto costo de la vida, imposible de tapar con la caja clap, menos teniendo en cuenta el mísero salario que devengan los trabajadores y pensionados, y tampoco los llamados “bonos” distribuidos como humillantes dádivas que definitivamente no les alcanza para la compra de alimentos y medicinas, ni tampoco acceder al resto de los servicios públicos más elementales.
4.- Demandan se les explique a qué se debió la facilidad con la que aceptaron lo relativo a los 3 mil millones de dólares, que el gobierno quiere finalmente administrarlos, pero guardaron sepulcral y acomodaticio silencio sobre el asunto clave de llegar a unas elecciones realmente libres para lo cual, allá en México, los oficialista han debido explicar muy bien que el gobierno no intentará chantajear de modo alguno con aquello de que le quiten las sanciones para autorizarlas, como si fuese un emperador que ordenase liberar o proseguir el cautiverio de todo un pueblo subyugado.
5.- Reclaman explicaciones, muy precisas y no como las que intentaron dar en su Comunicado, respecto a su pasiva actitud ante la grosera actitud del jefe de la misión socialista al término de la reunión llamándoles terroristas, golpistas y traidores a la patria, y lo afirmado en idéntico sentido por el propio presidente.
6.-Se les pregunta el por qué no le respondieron, en el sitio mismo de los acontecimientos, al provocador de oficio, no con los insultos que se merece pero sí dejando, muy bien aclarado de una vez por todas que, ante tanto insulto, daban por terminada su participación en ese sainete.
7.- Quieren saber el por qué se dejaron trampear, si por ignorantes o por ser copartícipes de la agenda impuesta, cuando es de todos conocido que los del gobierno nunca han jugado ni jugarán limpio; que han demostrado saber muy bien hacer truco y siempre halar las brasas para su sardina, de lo cual hay innumerables pruebas.
8.- Piden se les explique por qué aceptaron ir al monólogo de México, pues quien allí habló fue solo el gobierno, sin informarle al país que los puntos a tratar, impuestos por Miraflores, eran secretos, conociendo de antemano la celada que se les tendía.
9.- Quién o quiénes les autorizaron a relegar los casos de las inhabilitaciones, de las imposiciones, de las continuas ofensas, de las persecuciones, del corrompido entramado existente en el manejo de la cosa pública y la impunidad reinante.
10.-Por qué no exigieron que se aceptase a eficaces negociadores, con conocimiento suficiente de lo que a Venezuela le ocurre, por ejemplo constitucionalistas, economistas, expertos en diplomacia, en leyes, científicos sociales y no a improvisados, vivos para los negociados politiqueros y crematísticos pero incapaces para resolver asuntos de altísima responsabilidad nacional, donde se juega la libertad de toda una nación.
Con razón el gobierno –para cachetearlos a ustedes- integró a su equipo (y para más ñapa firmó el documento final) a la ahora también “diplomática y defensora a ultranza de los derechos humanos”, la esposa del señor que está preso acusado de cometer numerosos delitos de corrupción en contra de la nación venezolana, y ustedes fueron incapaces de levantarse de la mesa o, por lo menos, protestar aunque fuese a regañadientes.
Bien se sabe que los auténticos demócratas no se opondrán al diálogo, y sí al monólogo que se pretenda realizar de ahora en adelante, siempre y cuando una parte, la del gobierno, jure ir con manos limpias, y la otra –la verdadera opositora- esté integrada por probados responsables y no por timoratos cabilderos.
Mientras no respondan a las interrogantes que se les apremia, ténganlo por seguro que el rechazo de la Venezuela democrática hacia ustedes crecerá hasta alcanzar los niveles del más absoluto olvido.
AngelCiroGuerero