El sangrado en el oído es más común de lo que parece. Aunque se trata de un síntoma alarmante, no siempre obedece a un motivo grave. Por lo tanto, si ocurre, lo mejor es conservar la calma y examinar con más detalle la situación.
Lo indicado, en todo caso, es consultar con el médico si se presenta sangrado en el oído. Esto podría obviarse si se detecta que hay algún grano o costra que se ha rascado con vigor y esto ha llevado a que salga sangre.
El oído es una zona muy sensible que puede sufrir lesiones o tener problemas con mucha facilidad. Por lo tanto, el sangrado en el oído es un síntoma que nunca debe pasarse por alto. Debe abordarse como una señal de alarma. ¿Cuáles son las razones para que se presente? Lo veremos enseguida.
10 posibles causas de sangrado en el oído
Hay diversos motivos por los cuales se presenta el sangrado en el oído. En la mayoría de los casos, hace referencia a un trauma o una enfermedad. Las principales causas de esta condición son las siguientes.
1. Infección en el oído
Una infección en el oído es una de las causas más frecuentes del sangrado en esa zona. Es más habitual en los niños, pero puede aparecer a cualquier edad. La más común es la otitis media, que provoca sensación de presión o dolor, secreción de líquido y pérdida del equilibrio. También, es posible que haya fiebre, dolor de cabeza y alteraciones en la escucha.
2. Perforación del tímpano
La perforación del tímpano provoca sangrado en el oído. El tímpano es una membrana delgada que separa el oído medio del oído externo. Puede rasgarse o romperse, casi siempre por infección aunque, también, por un traumatismo o un ruido fuerte. Provoca dolor repentino, pérdida de audición, mareo, zumbidos y náuseas.
3. Barotrauma
El barotrauma es una lesión que provoca sensación de estallido en los oídos, a medida que se cambia de altitud. Ocurre cuando se viaja en avión o se bucea. Los síntomas aparecen de repente e incluyen sangrado en el oído, dolor, presión en la zona, zumbidos y mareo. Ocurre cuando hay una gran diferencia de presión entre el canal auditivo y la zona interna.
4. Objeto atascado
Esta situación es más común en los niños, ya que ellos acostumbran a insertarse objetos en el oído, tales como semillas, dulces, juguetes, etc. A veces, se trata de un insecto que penetró en la zona. Esto provoca dolor, hemorragia y, en algunas ocasiones, infección. Suele resolverse cuando se retira el objeto.
5. Lesión en la cabeza
Una lesión en la cabeza también puede provocar sangrado en el oído. Algunas veces, esto es señal de sangrado alrededor del cerebro o conmoción cerebral. El trauma se produce por caída, golpe o algún accidente. Suele acompañarse de diversos síntomas como mareo, vómito, confusión, pérdida de la conciencia, irritabilidad, insomnio, etc.
6. Fiebre hemorrágica
Las fiebres hemorrágicas son enfermedades virales que causan sangrado en los orificios del cuerpo como oídos, boca, nariz y ano. Comprenden el Ébola, Marbug, fiebre de Lassa y fiebre amarilla. Son trastornos graves y muchas veces mortales. Como el nombre lo indica, implican fiebre y, además, fatiga, mareos y dolores musculares.
7. Pólipo ótico
El pólipo ótico, o pólipo aural, es un crecimiento benigno que se desarrolla en el conducto auditivo externo o en el oído medio. Casi siempre es causado por irritaciones repetitivas y suele estar asociado a infecciones. El principal síntoma es el sangrado en el oído, pero también puede haber pérdida auditiva.
8. Coagulación intravascular diseminada
La coagulación intravascular diseminada es un trastorno grave. Ocurre cuando la sangre no se coagula de forma normal y esto provoca una profusa hemorragia, incluso en lesiones leves. También, lleva a que se formen coágulos dentro de los vasos sanguíneos. El sangrado en el oído puede ser una de sus manifestaciones.
9. Cáncer de oído
El cáncer de oído es poco común y puede tener lugar en cualquier parte de este órgano. Las personas con infecciones de oído crónicas, que superan los 10 años, son más propensas a desarrollarlo. Asimismo, es posible que sea un resultado del cáncer de piel en la zona. Provoca sangrado en el oído, dolor, ganglios inflamados, dolor de cabeza y pérdida de la audición.
10. Otros
Otras posibles causas del sangrado en el oído son las siguientes:
- Uso incorrecto de hisopos.
- Granos en el oído que se rascan y sangran.
- Costras que provocan picor. Se rascan y sangran.
- Aumento de la presión arterial.
Tratamiento
El tratamiento del sangrado en el oído dependerá de la causa que lo provoque. Lo común es que el médico haga una inspección de la zona y evalúe los síntomas que acompañan la hemorragia. A veces, resulta necesario hacer pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico.
Si hay un tímpano roto, es posible que el problema remita por sí solo. De no ser así, es necesario llevar a cabo una cirugía. Si hay alguna lesión o un objeto atascado, el médico limpiará la zona o retirará el objeto extraño. Esto suele acompañarse con un tratamiento de analgésicos y antiinflamatorios.
En caso de infección, se recetarán antibióticos. Si hay lesión cerebral, lo más probable es que el paciente deba hospitalizarse y permanecer en observación. En los demás casos, el médico señalará el tratamiento a seguir.
¿Cuándo acudir al médico?
Siempre que haya sangrado en el oído se debe acudir al médico. Muchas veces, la hemorragia es escasa y se detecta por los restos de sangre que quedan en la almohada. A veces, también se ven pequeñas huellas del sangrado en la oreja.
Si hay mareo, náuseas o vómitos, pérdida de la audición o secreción de color blanco o amarillo, estamos ante una urgencia médica. En estos casos, se debe acudir al médico a la mayor brevedad.
Lo anterior también aplica para los casos en los que el sangrado en el oído se produce después de una lesión en la cabeza, o hay una fiebre intensa y persistente. Asimismo, cuando el sangrado es escaso, pero permanece por más de cinco días.
El sangrado de oído puede ser tratado en la mayoría de los casos
En la mayoría de los casos de sangrado en el oído, se logra identificar el trastorno que lo produce y tratarlo con éxito. Lo importante es consultar con el médico cuando se detecte la hemorragia y no esperar a que haya síntomas más graves.
La falta de tratamiento puede derivar en problemas más serios como la pérdida definitiva de la audición, el vértigo crónico, los cambios en el procesamiento del lenguaje, los zumbidos continuos, un agujero permanente en el tímpano o problemas de equilibrio.