«¿Dónde está tu mantita, Linda?». La perra no sabe dónde está su objeto preferido, pero responde a su dueño inclinando la cabeza en actitud interrogativa. Su comportamiento es muy habitual en los perros (aunque no todos lo hacen) y denota una capacidad memorística y de concentración sobresaliente, según ha demostrado un estudio de la Universidad de Budapest publicado el pasado 28 de octubre en la revista ‘Science’.
Cuando un perro inclina la cabeza es porque está haciendo todo lo posible por entender a su dueño. Si lo hace muy a menudo, es posible que tenga altas capacidades de comprensión
Los investigadores dieron con este hallazgo por casualidad mientras realizaban un estudio en perros con grandes aptitudes para aprender palabras. La mayoría de canes no puede memorizar ni siquiera los nombres de sus juguetes, pero los sujetos del estudio —todos de la raza Border Collie— sabían identificar, al menos, 10 objetos. Incluso hubo un perro superdotado capaz de traer 54 de los 59 juguetes de los que se le había enseñado el nombre.
Durante varios meses, los científicos pusieron a prueba sus habilidades para aprender y recordar las etiquetas de los juguetes, con un grupo de control formado por 33 perros «comunes». Los dueños de los animales colocaron juguetes en una habitación contigua y pidieron a los perros que los trajeran indicándoles sus nombres. Sólo siete perros superdotados fueron capaces de aprender y recordar los nombres rápidamente. Y todos ellos tenían algo en común: la inclinación de la cabeza.
«El patrón era demasiado consistente para ser pura coincidencia, así que decidimos investigarlo», explica Andrea Sommese, especialista en conducta animal de la Universidad de Budapest. Una búsqueda rápida en Internet sobre el motivo de este comportamiento arrojaba especulaciones como que los perros lo hacen para agudizar el oído o que se trata de un mecanismo para resultar más adorables y ganarse, así, el favor de los humanos. No obstante, la literatura científica sobre el tema era muy escasa.
Un signo de procesamiento cognitivo
Motivados ante este reto, los científicos hallaron que, cuando se les pidió a los Border Collies traer un juguete, los superdotados ladearon la cabeza un 43% del tiempo, mientras que los perros típicos lo hicieron un 2% de las veces. Los perros incluso tenían un lado preferido, independientemente de la posición de su dueño, al igual que las personas usan su mano izquierda o su mano derecha en función de si son zurdos o diestros.
Todos los perros del estudio estaban familiarizados con las palabras que se pronunciaban, pero sólo aquellos que habían asignado correctamente un significado a cada palabra mostraban el patrón de inclinar la cabeza. «Eso significa que inclinar la cabeza no es sólo un signo de familiaridad con sonidos particulares —argumenta Sommese—. Si lo fuera, los 40 perros serían igualmente propensos a hacerlo». El equipo cree que este comportamiento podría estar relacionado con el procesamiento mental, un signo de alta atención o concentración que sobresale en los perros superdotados. Por ejemplo, los perros pueden estar procesando los recuerdos visuales de sus juguetes, haciéndose una idea de la imagen que asocian a una palabra concreta.
Los perros pueden procesar los recuerdos visuales de sus juguetes, hacerse una idea de la imagen que asocian a una palabra concreta
Monique Udell, científica de la Universidad de Oregón que ha estudiado durante años la interacción entre perros y humanos, advierte a ‘Science’ que las observaciones de Sommese y su equipo son preliminares, pero pueden aportar mucho a la investigación sobre la cognición canina. «El siguiente paso es hacer más preguntas para saber qué significa realmente la inclinación de la cabeza», comenta Udell. «¿Podemos usar la inclinación de la cabeza para predecir la aptitud para el aprendizaje de palabras, la atención o la memoria?», plantea.
El siguiente reto de los científicos húngaros es averiguar qué tipo de sonidos pueden ser significativos para los perros, más allá de las indicaciones relativas a los juguetes. Hasta entonces, los dueños de perros tienen que conformarse con saber que cuando su mascota inclina la cabeza está haciendo todo lo posible por entenderle.