El hecho de que en el mundo hayan personas que se sienten atraídas hacia su mismo sexo es algo que para algunos genera gran controversia, sin embargo no puede decirse que se trate de algo antinatural; pues estos comportamientos se han observado también en distintas especies animales. Conoce qué opinan los expertos al respecto.
Antecedentes
En la antigüedad, los guerreros mayores del Congo se juntaban con los más jóvenes al igual que los guerreros en Esparta. Igualmente, las mujeres de Lesotho solían hacer pareja con otras mujeres, los indígenas norteamericanos se identificaban como «dos espíritus». En las civilizaciones pre-colombinas también había intimidad entre personas del mismo sexo, aunque los conquistadores trataron de erradicarlo.
Origen del término «Homosexual»
La palabra «homosexual» se remonta en la Antigua Grecia, donde se decía que si dos personas del mismo sexo se juntaban era para mero enriquecimiento cognitivo. A diferencia de la época medieval, donde este acto era considerado pecado.
La palabra “homosexual” es, para empezar, una palabra curiosa, que podemos definir como mixta o híbrida por lo que a sus componentes se refiere, pues si “homo” proviene del griego, “sexual” proviene del latín. La primera vez que se usó, fue en un panfleto que buscaba abolir las leyes anti-sodomía en el ejército de Prusia en 1896.
¿Dónde inicia la orientación sexual?
La adolescencia comienza con la pubertad, se producen grandes cambios biofisiológicos, que convierten el cuerpo del niño en uno adulto, al menos en el aspecto sexual. Maduran los órganos sexuales y la capacidad de respuesta fisiológica ante la estimulación sexual.
El adolescente adolece de ser adulto y adolece de ser niño, razón por la que entra en un proceso muy interesante de desarrollo de su identidad, “así la búsqueda de autonomía y el desarrollo de la propia identidad personal, le permitirá el desarrollo del sí mismo como alguien diferenciado de los demás, con un sistema de valores propio y congruente a lo largo del tiempo. El desarrollo del sentido de sí mismo como un ser sexual, incluyendo la toma de conciencia de la propia orientación sexual, forma parte de este proceso de búsqueda de la propia identidad” (Dra. Sonia Soriano Rubio)
Una minoría de homosexuales discrepa, al sostener que la sexualidad es una construcción social y que escogieron conscientemente y con orgullo tener parejas del mismo sexo.
La opinión científica de los investigadores, a partir de la década de 1990, ha mostrado que la homosexualidad tiene un factor genético y es más común en hermanos y parientes en la misma línea materna.
También relevante (aunque no constituye una prueba) es la investigación que identifica diferencias físicas en los cerebros de adultos heterosexuales y homosexuales, y una increíble variedad de conductas homosexuales en animales.
Segun Alfred C. Kinsey la sexualidad no es algo fijo, sino que va pasando por diferentes etapas y en distintas proporciones.
¿Por qué algunas personas tiene una orientación sexual y por que otras personas tienen otra?
Los científicos descartaron que se tratara de una conducta aprendida, más bien esta viene de la genética, de las hormonas y otras causas. Otros estudios arrojan que la orientación sexual se presenta más comúnmente en los hijos menores que en los mayores, ya que al parecer la química hormonal de la mujer va cambiando con cada embarazo.
Es relevante decir que la homosexualidad no entorpece el proceso evolutivo. Joan Roughgarden bióloga y escritora del libro Evolution’s Rainbow: Diversity, Gender and Sexuality in Nature and People, destaca que las conductas amorosas y cooperativas juegan un papel muy importante en este contexto, incluso, propone que la intimidad entre personas del mismo sexo mejoraría la supervivencia del grupo familiar.
Entonces, de acuerdo con muchos expertos, reprimir la homosexualidad en una sociedad no la extingue, solo la oculta. Al igual, que la aceptación de la misma no hace que se propague, solo logra que la convivencia entre todas las distintas orientaciones sea más armoniosa.