«Nadie puede decir que son protestas de la extrema derecha o de la extrema izquierda, porque están reunidos todos los sectores”, subraya Pedro Eusse, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV) y coordinador del Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora.
En el vaivén de las protestas contra el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y por mejores condiciones laborales en Venezuela siempre está presente Pedro Eusse.
Este lunes 11 de julio, durante una concentración a las puertas del Ministerio Público en Parque Carabobo, Eusse denunció la detención de dirigentes políticos y sindicales y aseguró que las políticas oficiales han logrado unir a sectores que en otros momentos estaban separados por distintas posiciones políticas e ideológicas.
“No hay otro camino que la lucha unitaria y el unir todas las fuerzas”, insiste. “Nadie puede decir que son protestas de la extrema derecha o de la extrema izquierda, porque están reunidos todos los sectores”. Para Eusse, “todas las políticas antiobreras y antipopulares unen al pueblo trabajador; es una realidad que hemos vivido siempre”.
En la CUTV y el Frente “estamos empeñados en el criterio de la unidad de acción, más amplio”.
“Hay un ascenso en la lucha obrera, en las manifestaciones de trabajadores y trabajadoras tanto del sector público como del privado, aunque más del sector público, como consecuencia del instructivo Onapre, que ha significado desmejoras terribles. Desmejoras cuantitativas, como la eliminación de primas, reducción hasta de 60%”, señala Eusse.
Todo indica “que el gobierno va a continuar su política de reducción de derechos, reducción del gasto público, desmontaje del valor de la fuerza de trabajo, de impedir que se discutan contratos colectivos en condiciones apropiadas y de acuerdo con la ley”, y eso crea condiciones “para que la lucha se fortalezca”.
Eusse considera que el gobierno no quiere “que el mundo vea que aquí hay una situación de profundización de desigualdades”, y reprime para “provocar que se frustren esas manifestaciones programas y espontáneas”.
Se recurre “al expediente de acusar de conspiración, sin probar nada”, critica, “y después libera a la gente, pero cuando ya cumplió el objetivo de desmovilizar”, grafica el dirigente sindical. Pero, a su juicio, el gobierno “ha sacado un cálculo equivocado, porque en esta ocasión la gente, e incluso gente del chavismo y que ha creído en el gobierno del presidente Maduro está muy molesta y sintiendo que se están burlando de ellos. Se dijo que habría una política de recuperación del salario, y la gente lo que ve es que sus ingresos están disminuidos y los están disminuyendo cada vez más” y encima “ya no hay chance de ‘matar tigritos’ porque hay una exigencia de horario completo”.
Es una equivocación que se reprima a la gente, reitera, “y eso, más bien, va generando en una serie de sectores un rechazo mayor”.
Por otra parte, se cae la idea de que este es “un gobierno revolucionario, socialista, obrerista. Todo ese discurso se cae por su propio peso, con más fuerza, como consecuencia de la brutalidad de esa política”. En el contexto actual “los trabajadores están siendo superexplotados; aquí no hay respeto por nada, y tampoco, ningún control”, y eso incluye a los trabajadores del sector privado: “A una cantidad de empresas se les ha permitido que echen a la calle a miles de trabajadores, solo para preservar la ganancia capitalista; se les ha permitido que desapliquen cláusulas económicas de los contratos colectivos”.
Para la CUTV y el Frente es clave la denuncia internacional, pero no solo ante instancias como la CPI “que son aparatos que, cuando les conviene, guardan silencio, y ya lo hemos vivido”. A la Federación Sindical Mundial “le hemos estado informando y vamos a pedir que haya manifestaciones, pronunciamientos”.
Han tocado las puertas de organizaciones progresistas del mundo “a las que hay que aclararles que en Venezuela no hay ningún socialismo ni un proceso progresista; aquí hubo un proceso progresista que se inició con el presidente Chávez y que dio como resultado la Constitución de 1999, con sus falencias pero con un avance importante, pero ese proceso progresista se detuvo y fue revertido, ha sido revertido completamente. Ya no hay tal proceso progresista; hay un proceso regresivo. El neoliberalismo que se aplica apunta en la dirección contraria de los intereses de la mayoría del pueblo trabajador, beneficia a una élite”.
La represión selectiva y la intimidación tienen que ver con que “ellos van adelante con esas políticas”, advierte, y sentencia que la aprobación de la ley de zonas económicas especiales y la ley antibloqueo forma parte de eso.