“¡Urgente, hay una emergencia!”: suena el teléfono en una especie de casa rodante, sin llantas, que sirve como centro de recepción de llamadas de Ángeles de las Vías, una ONG que atiende voluntariamente emergencias en Caracas, ante el deteriorado sistema de salud pública de Venezuela.
“Una camioneta parece que pisó los pies de una (mujer)”, sigue el hombre por teléfono que alerta de un incidente en una autopista de la capital.
Inmediatamente, dos jóvenes se ponen cascos, agarran un botiquín y salen velozmente en motocicleta a atender el llamado.
Llegan a tiempo: una mujer que viajaba en una moto fue embestida por un camión. Tiene fractura de pie.
Los jóvenes prestan los primeros auxilios y la dirigen al hospital.
La escena es usual para este voluntariado de la ONG Ángeles de las Vías, que reporta que la mayoría de los accidentes de tránsito que atienden involucran a motocicletas.
“La mayoría de los casos son motorizados con traumatismo craneoencefálico, fracturas”, dice Ángela Costa, de 21 años, que es una de las paramédicos que está ese día, que tiene seis meses como voluntaria.
Pero en Venezuela no hay cifras oficiales actualizadas de la cantidad de accidentes vehiculares que ocurren.
En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) situó a Venezuela como el país de América Latina con la mayor cantidad de muertes ocurridas por accidentes de tránsito, con una tasa de 33,7 por cada 100.000 habitantes.
Notiespartano/VOA