Un delicioso y fácil omelette casero de espinacas es ideal para un desayuno muy nutritivo y desde luego bastante rápido en esos días que no hay tiempo de nada.
Para esta receta recomendaremos usar las espinacas baby, que son las de hojas pequeñas, obviamente frescas.
Ingredientes
- 2 huevos
- 1 puño de espinacas
- ¼ de cebolla
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
Preparación
En una sartén antiadherente calienta un chorro de aceite a fuego medio, echa la cebolla previamente picada en julianas y las hojas de espinacas, calcula con la mano un puño entero, puede ser más o menos, ya será a tu gusto.
Saltea todo, sin apuro, hasta que las espinacas vayan poco a poco botando el agua y se vayan poniendo blandas. Una vez listas, saca las espinacas (y la cebolla( de la sartén) y mételas en el mismo plato donde tienes el huevo batido.
Nuevamente vuelve a batir un poco más para que se mezclen las espinacas y los huevos. Ahora, de vuelta nuevamente en la sartén, pon un chorro de aceite vegetal, calienta a fuego medio.
Procura que el aceite esté bien distribuido por toda la sartén. Agrega la mezcla de los huevos y las espinacas y deja que cubran totalmente la sartén.
Deja que se cocine un par de minutos. Puedes hacer movimientos ligeros de la sartén , tomándola por el mango, para ver en qué momento ya empieza a estar hecha la parte inferior de la omelette.
En este momento puedes agregar algunas pocas hojas de espinacas sin cocinar, unas 5 o 6, y seguidamente, con la ayuda de una espátula de cocina dobla cuidadosamente la omelette tratando de tapar una mitad con la otra, logrando así la famosa forma de media luna que tienen estas tortillas.
Ahora simplemente deja que se cocine un par de minutos más. Una vez que tu omelette tenga un lindo color dorado por fuera, ya podrás retirarla del fuego y servirla.