El italiano Stefano Oldani (Alpecin Fenix), ganador de la duodécima etapa del Giro de Italia valoró como auténtica «magia» su primer triunfo como profesional, logrado en un esprint entre tres corredores.
‘Trabajé muy, muy duro para esto. Me parece magia que lo haya hecho. Es algo increíble, emocionante», dijo en meta el ciclista que levantó los brazos en Génova.
Oldani (Milán, 24 años), consideró crucial el hecho de que se metiera en la escapada buena del día su compañero Mathieu Van der Poel, ya que iba a ser el hombre a controlar por todos los rivales.
«La presencia de Mathieu Van der Poel fue clave, decisiva. Ya sabíamos que si nos metíamos en la fuga varios corredores del equipo el hombre a vigilar iba a ser él. Éramos el único equipo con tres hombres delante, y pudimos lograr el objetivo, que era ganar. Estoy muy feliz con esta primera victoria», señaló.
Oldani batió en la recta de meta a su amigo del Intermarché Lorenzo Rota. «un ciclista rápido a quien no fue fácil ganar».