No es la primera vez que el hombre crea una raza de perro artificialmente con un objetivo. Por ejemplo, el pastor alemán, que nació en un laboratorio con una misión muy buscada: el de convertirse en un perro de trabajo. El perro pomsky ha sido diseñado para convertirse en una mascota de casa o perro de compañía.
Originario de Estados Unidos, surge de dos razas de canes muy conocidas: el pomerania y el husky. En concreto, es el fruto del cruce de una hembra husky y un macho pomerania, ya que a la inversa podrían aparecer problemas en el parto.
El resultado es un animal con el aspecto del husky, es decir, pelaje bicolor blanco y gris, o blanco y marrón y unos llamativos ojos azules. El tamaño lo hereda del pomerania, pequeño y más manejable, aunque puede llegar a tener más envergadura que la raza de origen. El temperamento, aunque aún es pronto para conocer exactamente a estos nuevos peludos, suele ser bueno.
Características del pomsky
Como decíamos, la apariencia de esta nueva raza híbrida tiene el aspecto de un husky, aunque de menor tamaño. Su altura varía entre los 30 y los 55 cm. Y su peso también puede ser muy diferente: pueden nacer ejemplares que solo alcancen los 7 kg de peso, mientras otros pueden subir hasta los 14 kg. Los animales con un tamaño menor son los más solicitados.
La esperanza de vida de este can, que se ha concebido como animal de compañía, suele ser alta: alrededor de los 14 años.
Por las características físicas de los padres, el pomsky parece un eterno cachorro, ya que sus rasgos lo infantilizan: una cabeza y cuerpo redondeados y ojos muy juntos.
Un temperamento imprevisible
Debido a que se trata de una raza de perro nueva, el carácter de este perro es imprevisible. Pero, en general, son animales muy activos, juguetones y cariñosos con la familia aunque reservados con los extraños. Así son sus padres. El pomerania, por ejemplo, es un perro pequeño pero de temperamento muy fuerte y protector.
Estas características le hacen ser un animal que está siempre en alerta y que no duda en ladrar si tiene que avisar de algún peligro. Por su parte, el husky, una de las razas más parecidas al lobo, es conocido por ser un perro de ‘clan’, al que le gusta estar con los suyos, aunque es reservado e independiente. También es un perro tranquilo, equilibrado y cariñoso con su familia. Goza de una gran inteligencia, por lo que se puede disfrutar mucho adiestrándolo. Hay que socializarlo desde temprano, pues tiende a ser dominante.
Debido a las diferencias de carácter de los padres, no podemos saber cómo será el nuevo pomsky, puesto que dependerá de la herencia de los padres, abuelos y otros antecesores.