
Correspondió a nuestro Padre de la Patria, el Libertador Simón Bolívar, advertir en 1829, la potencialidad que, para desarrollar el progreso insular, fundamental para la Venezuela de aquella época, tenía la Isla de Margarita.
El Gran Planificador de un mejor futuro para la nación que estaba formando con su guerra independentista, sentó las bases, no para establecer propiamente una Zona Franca, como se le conocería después, “sino un régimen aduanero preferencial, sentando las bases históricas para la posterior creación del Puerto Libre y las Zonas Económicas Especiales” que, tal como lo recuerda la historia, “es un legado que ha convertido a la isla en un centro comercial con ventajas fiscales y aduaneras que perduran hasta hoy, vinculando “al Genio de América”, directamente con el estatus económico especial de la región
Lo arriba señalado, dejado bien en claro por historiadores y especialistas en el campo económico, evidencia no solo el largo transitar de la región neoespartana en la prosecución de su desarrollo. También muestra la pasión, por así decirlo, con la que ha actuado su liderazgo todo para concretarlo, por sobre encima de cualquier obstáculo.
Muchos han sido los gobiernos que se preocuparon, en su tiempo y circunstancia, pero hubo otros que no atendieron, como era su obligación, este primordial deber, Así, que ha sido largo el tránsito desde que Bolívar previó, con su visionaria mirada el futuro de la bien llamada Terra de Gracia”.
Ocurrió que, llegado el Puerto Libre, decretado como tal en 1975 por el presidente Caldera, para toda la isla, porque hasta esa fecha sólo existía en el entonces Distrito Mariño, la Zona Franca comienza a perder vigencia.
Sus beneficios, que fueron muchos en todo sentido comienzan a rendir y Nueva Esparta, como entidad, llega a niveles de alta aceptación por parte de comerciantes, empresarios y visitantes nacionales y extranjeros.
Fueron tiempos de bonanza, hay que reconocerlo, pero con el paso de los años se impuso una serie de errores en su administración oficial y muchos fueron igualmente los actos que se cometieron en contravía legal por parte de quienes utilizaron el Puerto Libre para su propio beneficio personal.
En mi gestión tratamos de enderezar entuertos cometidos por el Ejecutivo Nacional y al respeto en numerosas ocasiones, vía declaraciones y cartas al gobierno central y a los ministros del ramo, presentamos alternativas que evitaran la problemática que se estaba generando de toda suerte de contratiempos e impedimentos que terminaran por hundir al Puerto Libre.
En esa batalla estuvimos al frente., coordinando acciones, elevando recomendaciones y recabando argumentaciones de los sectores económicos regionales, a los cuales siempre agradecí su aporte, confianza y solidaridad, para intentar rescatar tan valioso instrumento para nuestra economía regional.
Igual tarea hicimos ya fuera del campo oficial, pero faltó decisión favorable por parte de las nuevas autoridades, hasta que el Puerto Libre desapareció siendo el gobernador Carlos Mata Figueroa.
Posteriormente, el presidente Maduro, en su deseo de favorecer el crecimiento de la economía nacional, anunció la creación de las Zonas Económicas Especiales. De inmediato, le dirijo una comunicación a su despacho en la cual le hago ver la importancia, no sólo histórica, de crear tan importante instrumento en Nueva Esparta, y así lo acepta. Pero hay algún retraso en su ejecución, lo cual mereció por parte nuestra un nuevo recordatorio esta vez solicitando fecha cierta de su inicio.
Argumentamos que Nueva Esparta en la actualidad ocupa el puesto número 19 en la Distribución del Situado Constitucional, lo que en la práctica constituye una verdadera injusticia, e indicamos la urgencia de una profunda revisión y toma de decisiones que prontamente solucione esta vergonzosa realidad.
Razonamos, además, una serie de lineamientos que tienden a un mejoramiento, con mayor visión y misión en lo social, que son los que priorizamos en nuestro programa de gobierno, concretamente en el presupuesto del año 2025.
Ellos son: Inversión en infraestructura productiva y de servicios básicos; Programas Sociales con impacto múltiple y sostenible; Fortalecimiento en los Sectores Productivos; Seguridad Ciudadana y Participación Ciudadana y Pública eficiente y transparente.
¿Por qué estas prioridades?
Porque buscan el equilibrio entre el desarrollo social y el económico, lo cual es esencial para la sostenibilidad a largo plazo. Estamos convencidos que priorizar únicamente programas sociales sin considerar la base económica puede conducir a un desequilibrio financiero insostenible.
Con nuestras propuestas pretendemos generar un impacto positivo a largo plazo, maximizando los resultados con los recursos disponibles y respondiendo de forma estratégica a los desafíos económicos y sociales de la región.
Finalmente, la transparencia en la gestión genera confianza y promueve la participación ciudadana vital para la sustentabilidad del desarrollo.
MorelRodríguezAvila


