MADRID, 02/12/2023.- El delantero brasileño del Real Madrid Rodrygo (c) celebra su gol (segundo de su equipo) durante el partido de LaLiga de fútbol equivalente a la jornada 15 de LaLiga que Real Madrid y Granada CF disputan este sábado en el estadio Santiago Bernabéu. EFE/ Sergio Pérez
El Real Madrid finiquitó de manera triunfal su semana en Grecia y, después de vencer dos días antes al Olympiacos, hizo lo propio en la pista del Panathinakos (76-88) inspirado de nuevo por una irrupción providencial del bosnio Dzanan Musa.
El blanco lo hizo aupándose sobre la templanza de Gabriel Deck, quien se embolsó ocho puntos seguidos antes de cederle el testigo ofensivo a Mario Hezonja de cara al desenlace del primer cuarto. Y el verde, el de casa, dejando hacer a Kendrick Nunn.
El base, exjugador entre otros de los Miami Heat y los Lakers, asumió gustoso la responsabilidad y justificó el caché con el que ha llegado a Europa. Primero lo hizo arropado por Konstantinos Mitoglou, transformando entre ambos 16 de los primeros 21 puntos de los suyos. Y en el segundo tramo acompañado de Mathias Lessort, voraz y furioso en las inmediaciones del aro.
Así, a ritmo constante, se marchó Nunn al descanso con 20 puntos y un 3 de 4 en triples. Su talento individual bulló especialmente en un parcial de 14-0 que desactivó el prometedor comienzo visitante del segundo acto, con tres castigos desde la larga distancia consecutivos; dos de Sergio Llull y otro de Hezonja.
Casa Orgullo
Tras el descanso, el Panathinaikos acabó siendo víctima de su «Nunn-dependencia». Frenado el estadounidense por la defensa de Fabien Causeur, al anfitrión se le acabaron las ideas mientras al Real Madrid venía a verle Musa. El balcánico encendió la mecha y firmó el 50% de un parcial de 1-22 que parecía mandar el choque a la lona.
Pero a falta de pegada, le quedaba al bando de casa orgullo. Y con una cosa llegó la otra en el amanecer del cuarto decisivo, donde se presentó con un 8-0 favorable que rompió otro triple más de Llull para evitar males mayores y bajar las burbujas.
El resto fue aguantar e intercambiar ataques provechosos con el conjunto griego para sellar un nuevo triunfo en la máxima competición continental, el duodécimo en trece partidos. Y con Tavares ya como miembro del club de los anotadores de 2.000 puntos en la competición.
Notiespartano/EFE
