Nadie, con sinceridad, puede decir lo contrario. Es una verdad irrebatible. Sus escasos adversarios bien lo saben y la mayoría del pueblo insular lo comprueba a diario. Su obra de gobierno, a pesar de la crisis que se vive en lo económico, está presente en los once municipios; y se aprecia a su favor el apoyo de todos los sectores al actual mandatario.
El liderazgo político lo respeta, porque cumple con lo que promete. Aseguró, sin falsas poses, que venía a servir y no a ser servido. Dijo que trabajaría, sin descanso, por enrumbar a Nueva Esparta en la vía del progreso y desarrollo, y así ha sido. En estos cuatro años de ejercicio los insulares testimonian que lo viene logrando.
Sus planes y programas, el Tren de la Salud, la remodelación de planteles educativos, la atención debida en lo social se efectiviza y priva el respeto a las comunidades. Setenta obras de infraestructura es un notable conjunto de concretas realidades.
No es un populista.
Es un gerente probado como tal que, a las pruebas, innumerables ya, se remite.
Hombre de diálogo, siempre busca el entendimiento. Jamás ofende y está fuera de toda diatriba. Por eso, y es otra verdad inconmovible, en Nueva Esparta reina la paz política, la paz social.
Es una realidad que todo el mundo defiende sin distinciones. Su gestión es ampliamente democrática. Así es vista. Lo testimonia la gente en cualquier pueblo de toda Margarita y Coche, al cual le presentó un plan bien diseñado, con base a las necesidades prioritarias, y junto a un equipo de profesionales en todas las áreas, inició la recuperación insular, que pronto se tradujo en obras que requerían las comunidades.
Por ejemplo, el Tren de la Salud, cuyos vagones fueron paralizados en el gobierno que le antecedió, va para cuatro años prestando la atención a los margariteños y cochenses; cumplió la promesa de rehabilitar las escuelas, campos y canchas deportivos; reabrió el plan de becas para escolares, liceístas y universitarios; mantuvo la paz sindical y atendió en gran medida los reclamos de la clase trabajadora. La Cesta Alimentaria, programa pionero en el país que, desde su creación en su primer gobierno, le fue seguido por otras gobernaciones y el ejecutivo nacional, atendió miles de insulares en la gestión actual con acento en lo social fundamentalmente. Asimismo, brinda todo impulso posible al campesino y al pescador. Es intensa la actividad desplegada.
Bien lo dijo el pasado día viernes 31, durante un acto en el cual Morel Rodríguez Ávila “rodeado de su equipo de gobierno, trabajadores del ente estatal y representantes de las fuerzas políticas que respaldan su postulación a la reelección”, reafirmó su compromiso con la democracia, el progreso y desarrollo, en fin, el bienestar de Nueva Esparta. A los respaldantes, que plenaron la sala principal del Centro de las Artes Osmar Carreño, de La Asunción, les aseguró:
““Nueva Esparta necesita líderes que trabajen sin sectarismo político”, considerando que “este es un concepto ya obsoleto, errado y periclitado” y recordando que “cada vez que el pueblo insular me ha dado la oportunidad de conducir los destinos de la región” lo ha techo “trabajando con respeto y sin discriminación con todos los factores de la dirigencia política”
Se mostró confiado “en la sabiduría de los margariteños y cochenses.” Y afirmó: “Mientras yo viva, vamos a seguir luchando por alcanzarle al pueblo sus reivindicaciones. El bien mayor es trabajar por el pueblo. Por ello, los líderes estamos llamados a poner sus intereses por encima de las diferencias políticas, porque nuestro deber es cubrirle a los insulares todas sus necesidades”, dijo.
“No soy un hombre de rencores políticos porque eso es un sinsentido, así que les manifiesto mi respeto y consideración a todos quienes han sido electos, como yo lo soy, por la voluntad de los margariteños y cochenses”, concluyó
ÁngelCiroGuerrero