Un grupo de investigadores, liderado por Paul Henry Nargeolet, ha emprendido una misión hasta el lugar donde se encuentra el Titanic y han resuelto el misterio que dejó perplejo al explorador principal cuando captó, 26 años atrás, una inusual señal a 2.900 metros de profundidad cerca de la embarcación.
Durante más de dos décadas, nadie ha sido capaz de determinar lo que fue detectado por el radar. Los científicos suponían que se podía tratar de los escombros de otro barco hundido, algún tipo de elemento geológico o algo totalmente nuevo.
«No sabíamos lo que íbamos a descubrir», comentó Nargeolet, quien se ha sumergido en el fondo del océano para estudiar el famoso buque más de 30 veces, un récord entre todos los exploradores. «En el sonar, esto podría haber sido cualquier cantidad de cosas, incluyendo la posibilidad de que fuera otro naufragio», agregó.
Como resultado de la expedición de este año, los investigadores encontraron cerca de la nave «un ecosistema extremadamente productivo y denso», detallan un comunicado. Los buzos observaron esponjas, corales, peces, langostas y mucho más en la cima de una formación de basalto.
«He estado buscando la oportunidad de explorar este gran objeto que apareció en el sonar hace tanto tiempo», dijo el investigador principal. «Fue increíble explorar esta zona y encontrar esta fascinante formación volcánica repleta de tanta vida», agregó.
Aunque llevará algún tiempo revisar todas las imágenes y videos de la inmersión más reciente, los exploradores están dispuestos a compartir sus hallazgos con otros científicos para aportar al conocimiento conjunto sobre la vida en las profundidades marinas.
El equipo también recogió numerosas muestras de agua que se someterán a procesos de análisis de ADN ambiental para conocer mejor las especies que se encuentran en esta cresta submarina recién descubierta, cómo varían los tipos de vida, la concentración de organismos y la composición del ecosistema en general.
Todo ello contribuirá a las investigaciones sobre el impacto del cambio climático en los océanos y cómo estos delicados ecosistemas pueden adaptarse y sobrevivir a medida que las aguas se calientan