Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) subrayaron este martes que la educación financiera «debería comenzar a una edad joven y continuar durante el ciclo vital» y para ello sugirieron a las autoridades educativas incluirla en los programas de los centros escolares.
Los Veintisiete adoptaron un documento en el que instan a los organismos pertinentes de cada país, sean nacionales o regionales, a «considerar la integración de la educación financiera en los programas escolares con el objetivo de cubrir conceptos clave y adquirir formación relevante para que a su edad se preparen para el futuro».
En la misma línea, sugieren que los diferentes actores del mercado financiero participen en el desarrollo de «programas digitales y tradicionales de educación financiera, materiales escolares y actividades no escolares, incluidos juegos financieros», siempre «respetando totalmente» las competencias educativas de cada país para el desarrollo de currículos.
La educación financiera, argumenta el texto, es «importante para mejorar el bienestar de los ciudadanos de la UE y su inclusión financiera», al tiempo que remarca que «las personas que son letradas en asuntos financieros toman elecciones mejor informadas sobre sus finanzas y están mejor equipados para prepararse e invertir de cada al futuro, incluida su jubilación y otros proyectos».
«La cultura financiera no sólo beneficia a los individuos sino a la sociedad en general, al tiempo que aumentar la educación financiera puede tener un impacto positivo en el nivel de confianza entre los ciudadanos y las instituciones financieras».
Intensiones
Por ello, anima a desplegar «acciones» que mejoren la cultura financiera de las sociedades europeas, a través por ejemplo de estrategias nacionales, campañas de concienciación, competiciones o eventos en los que se propone también que participen las entidades financieras.
Con respecto a la población adulta, los ministros de Finanzas se comprometen a «abordar el problema de los bajos niveles de educación financiera» desarrollando estrategias con «atención particular a las necesidades de los grupos de adultos identificados como menos letrados o vulnerables» en este ámbito, entre ellos los hogares de rentas bajas o con un nivel inferior de educación básica, migrantes y personas con discapacidad.
De la misma forma, instan a atender las necesidades en educación financiera de población mayor que está en situación de «riesgo social y soledad» o que se sienten «menos cómodos con los servicios financieros digitales,» lo que les convierte en «especialmente vulnerables» frente a ciertos tipos de fraude y exclusión financiera.
También piden tener en cuenta en el desarrollo de las estrategias de educación financiera la desigualdad de género, visible en cuestiones como la brecha salarial, las menores rentas procedentes de los ahorros o del la riqueza, los abusos financieros, las menores pensiones o la mayor tasa de pobreza en edad de jubilación.
Notiespartano/EFE