No hay un número determinado, pero fueron muchísimas las personas que siguieron todos los detalles de la vida de Miley Cyrus, desde que se puso la peluca de Hanna Montana hasta sus últimos éxitos en la música. Hoy, la artista estadounidense cumple 30 años y pocos conocen cómo fue el proceso que vivió para asimiliar esa fama que la persiguió desde muy chica.
Ya desde los 12 años, Miley se tuvo que acostumbrar a las luces, cámaras Desde muy pequeña se acostumbró a las cámaras y al show. Así, tuvo que llevar una vida muy diferente a otras chicas de su edad.
“Cuando tenía 12 años no iba a fiestas de pijama porque tenía que trabajar al día siguiente”, así define Miley sus comienzos en el espectáculo.
“No podía salir con mis amigos para el show de Juicy J por la noche porque tenía que trabajar a la mañana.”, continúa el relato de Cyrus de sus comienzos como artista de Disney. Perderse planes y no poder estar con sus amigos era algo normal en su infancia, no poder acudir a shows de artistas que admiraba porque su trabajo ocupaba casi las 24 horas de su día.
Un 23 de noviembre de 1992 nació la líder de los smilers -como se hacen llamar sus fans-, producto del matrimonio de Billy Ray Cyrus y Tish Cyrus, que actualmente están divorciados. Su pasta de artista ya corría por su sangre ya que su padre tenía una reconocida carrera como solista e incluso a los pocos años de edad Dolly Parton – la reina de la música country- se convirtió en su madrina.