La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, confesó este jueves que las presiones para no publicar su informe sobre los derechos humanos en China han sido muy fuertes, pero aseguró que nada de eso disuadirá a su organismo de divulgarlo.
«¿He estado bajo presión? Siempre hemos estado bajo presión desde varios lados, por todas partes y en todas las situaciones, diría yo», afirmó. En este caso «estuve sometida a grandes presiones para publicar o no publicar (el informe), pero no son estas presiones las que harán que lo publique o que renuncie a su publicación», agregó.
El informe se centra en la situación de los derechos humanos de los uigures, una minoría asentada en la provincia noroccidental de Xinjiang. La región ha sido escenario de sangrientos atentados contra civiles, cometidos, según las autoridades, por separatistas e islamistas uigures y, desde hace años, es objeto de una vigilancia draconiana.
Según varios países occidentales y organizaciones independientes, Pekín ha internado a más de un millón de uigures y miembros de otras etnias musulmanas locales en «campos de reeducación» en Xinjiang, y ha impuesto «trabajos forzados» y «esterilizaciones».
Bachelet reconoció que había recibido una carta firmada por unos cuarenta países que le pedían que no publique el informe que su oficina prepara desde hace un par de años sobre esa situación y cuya elaboración se retrasó cuando el Gobierno chino aceptó que la alta comisionada visitara el país el pasado mayo.
Contacto directo
Según Bachelet, esa visita era prioritaria porque era una oportunidad única para ver de primera mano lo que ocurría en el país y tener un contacto directo con familiares de uigures que estuvieron o están en esos campos de internamiento.
La alta comisionada dijo que a la vez había tenido «un enorme cantidad de reuniones» con representantes de países que le pedían publicar lo antes posible el referido informe, lo que hace varios meses prometió que haría antes de concluir su mandato al frente de la mayor estructura internacional de derechos humanos y que expira el próximo día 31 de agosto. «Estamos trabajando fuertemente para hacer lo que prometí», aseguró.
En una conferencia de prensa en la que hizo un balance de su gestión, Bachelet indicó que se están revisando los comentarios efectuados por el Gobierno chino al informe, un procedimiento habitual para este tipo de publicaciones y con el que se busca corregir inexactitudes o valorar medidas que podrían no haberse tomado en cuenta.
Notiespartano/DW.com