El G4 definitivamente es un instrumento de la perversión partidista que pretende meter en su parrilla electoral solo a sus colaboradores y a más nadie porque es conocido por todos que es el mismo movimiento político de la MUD ahora disfrazados de niños de la Consolación.
No es otra cosa que la unión en bloque de AD, VP, PJ y UNT y estos partidos unidos han pretendido desde los tiempos de la famosa MUD destruir la Unidad Nacional que es una figura más amplia formada por todos los partidos y grupos minoritarios e independientes de la sociedad venezolana.
Al final del cuento el G4 que parece una fantasmagoría de la extinta MUD ahora pretende con la bendita Comisión de Primarias agarrarse el juego para ellos solos con sus candidatos a todos los niveles en unas mega elecciones que están planteadas en el país.
Con ese fragmento de la MUD se vino el G4 hasta el 2023 a querer imponer su criterio en una sociedad mutilada por los desmanes de un gobierno que no llega ni al 8%, pero que gana elecciones a punta de la división de la oposición venezolana.
Ese mismo G4 que asesinó a la MUD con silenciador y mira telescópica ahora quiere alzarse con todo en unas próximas elecciones donde la sociedad venezolana se juega la vida.
Esa tesis de tener el control político de la oposición de manera obligada arrancó con la creación de la bendita Comisión de Primarias Nacional que presidida por el señor José María Casal creó ese instrumento para intentar controlar el futuro político del país y la prueba está en las Comisiones de Primarias de las Regiones que se integraron de acuerdo a nombres sugeridos por los partidos y su elección fue de acuerdo a conchupancias partidistas.
Y aunque trataron de dar la sensación de que elegían a ciudadanos honestos de cada región al final prevaleció en la Presidencia figuras del interés político de la gente del G4 dejando como adornos de cristalería a los integrantes de ese adefesio llamado Comisión de Primarias.
Esa misma caricatura ocurrió en todo el país y se eligieron para presidir tal organismo figuras difuminadas que nada aportan al liderazgo de las regiones.
Por eso han fracasado en el manejo comunicacional, en el liderazgo y en la conducción de la motivación nacional para convertir las primarias en una fiesta nacional.
Pero es que esa partidización enfermiza de estas instituciones ha terminado matando el sentimiento nacional de salir del régimen.
Hay esa emoción en todo el país porque nadie se cala el régimen, pero tampoco la gente se cala la mediocridad de organizaciones políticas que juegan al ventajismo sin escrúpulos y que al parecer juegan a la implosión de la Unidad Nacional.
Se están creyendo que la gente los seguirá ciegamente por el camino que vayan al imponer jugadas alocadas que no convencerán a nadie sobre las estrategias torcidas diseñadas por los autores intelectuales de esa merienda de locos que pretenden formar los tres grupos que se enfrentan públicamente sin respetar la opinión del colectivo.
Si el G4, la Alianza Democrática y los independientes con Ecarri a la cabeza mantienen tres posiciones irreconciliables le estarían haciendo el juego a un gobierno que no encuentra la fórmula para salir ganoso sino con la división de los idiotas que dirigen la política en el país.
Parece una pelea de idiotas frente a un tablero de ajedrez y se están ganando el odio de los ciudadanos que los ven mover sus piezas de manera torpe y sin convencer a nadie que llevan el camino correcto de la historia.
No han entendido que somos todos los venezolanos los perjudicados con el modelo de gobierno que ha condenado a los ciudadanos a la emigración, la muerte y la crisis general.
Pero mientras tanto se continúa el juego a la espera del anuncio de los nuevos rectores electorales y de la voz de convocatoria del presidente a unas elecciones generales que seguro incluirá presidente, gobernadores y alcaldes.
Esa ventaja que nos ha dado el régimen de ordenarnos, ponernos de acuerdo y establecer la ruta electoral no ha sido aprovechada por los sabios de la política que hasta la fecha solo han conseguido un juego de la terquedad como respuesta a un colectivo que espera con pasión el resultado de estos primeros escarceos opositores.
Al gobierno la ha costado fijar estrategias ante las jugadas alocadas de una oposición trasnochada que solo apuesta a sus ambiciones personales y no al clamor de un pueblo que solo quiere cambiar el modelo político nacional.
Por esa razón está tranquilo el gobierno cuya una carta de gane está en la división y en las ambiciones de los protagonistas de la vida política nacional.
Ese espíritu de sacrificio que la gente le ha pedido a los políticos no se ve por ninguna parte porque el forcejeo público de especímenes que se ven como enemigos y no terminan de ponerse de acuerdo le hacen el favor al régimen de sacarle las castañas del fuego.
Y con un escaso 8% de popularidad el presidente y con el rechazo más escandaloso de la historia política nacional que no consigue ni siquiera convencer a sus seguidores, es una lástima que nuestros políticos sigan jugando al modelo de la idiotez enfrentados en luchas estériles que solo satisfacen sus egos y sus ambiciones de poder.
Estamos a las puertas de la oportunidad histórica nacional con unas elecciones donde el espíritu de sacrificio debe ser la bandera de luchas para cambiar el modelo político nacional que nos agobia.
Y solo falta un acuerdo nacional de la verdad donde el G4, la Alianza Democrática y los independientes entierren las ambiciones, el personalismo y la picardía política para poder abrir las puertas del futuro a una nación enfermiza y doblada ante los embates de una gobernanza descabellada donde no cuenta para nada la salvación de un pueblo, pues como dijo Rómulo Betancourt:
“No somos espectadores del proceso político nacional y de los gravísimos problemas internos de AD; somos actores en la vida pública del país y obligados por deber inevadible a que un partido cuya experiencia ha costado tanta lágrima, sudor y sangre de tantos no naufrague y destruya la fe de centenas de millares de venezolanos”.
Encíclica/ManuelAvila